Origen del vocablo chamamé

 

 

 

El Chamamé

(continuación)

 

 

Origen del vocablo chamamé


Es ésta una determinación contemporánea - o de uso contemporáneo - con que se determina a una de las modalidades de la música correntina, sin que se haya logrado una orientación definitiva.


Es posible que este vocablo haya nacido, o sea originario de algún lugar de la región que representa; o que el pueblo lo haya exhumado de su bagaje tradicional, donde estaba adormecido. Acertada o no, real o ficticia la denominación de chamamé, el pueblo aceptó la misma, y así la difunde.


Si bien son relativos los antecedentes sobre los que pueda basarse un análisis cierto y valedero referido a los orígenes, de la denominación y sus implicancias, podemos remontarnos en las paginas del tiempo, al siglo XVII; y geográficamente al nordeste correntino, más propiamente determinado por las orillas del Rió Uruguay. Allí, tuvieron su asentamiento las raíces étnicas de nuestra raza guaraní (según lo que se conoce), fuertemente influenciadas por las corrientes jesuíticas, que en los albores del año 1600, fundaron las primeras reducciones.


Según Emilio Noya (Diario El Litoral de Corrientes, 11/10/1973, pág.7) "Las primeras reducciones de la compañía de Jesús, establecidas en la zona guaraníticas hacia el año 1609, advierten sorprendidas que los aborígenes poseían música propia y además, fabricaban instrumentos rudimentarios para acompañar sus danzas rituales y ejecutar motivos onomatopéyicos".


Algunos de los instrumentos mencionados por Noya, se perdieron a través del tiempo, tal como:congoera (flauta grande hecha con hueso); tururu (trompeta fabricada indistintamente con asta de caña); mburé (trompeta de tacuara); mbaracá (especie de guitarra cuya caja era de calabaza y constaba de cinco cuerdas); guatapú (bocina para atraer los peces); mimby (flauta de tacuara, similar a la quena); ectc. ; cuyos antecedentes llegaron hasta nuestros días, únicamente a través de las obras de algunos musicólogos.


El cordófono (arpa) también se perdió en el tiempo, y actualmente, es utilizada casi con exclusividad en la República del Paraguay.


Otro producto del ingenio musical guaraní, fue el que emulado, habría llegado a ser el acordeón que en 1829 perfeccionaron Damián de Viena (quien fue el primero en patentar un acordeón) y Sir Charles Wheatstone, creador de los bajos. Sucesivamente aportaron reformas al instrumento, C. Buschmann y Bussón, en 1840.


Consideramos que el instrumento guaraní indicado, se trataba de una caja de madera con agujeros a la cual se le insuflaba viento por un sistema de fuelle manual; copiado del fuelle a pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos elementos introducidos en la cultura guaranítica por los jesuitas.


Los sonidos de dicho instrumento, se lograban tapando destapando con los dedos, los agujeros de la caja; en actitud similar a la digitación que actualmente se realiza con los botones del acordeón.


Apoyamos nuestras consideraciones (que creemos de fundamental importancia, por cuanto arrojarían la luz necesaria sobre los orígenes del acordeón), en las siguientes citas: " ......Yapeyú, no sólo llegó a ser un gran emporio musical, por la escuela musical que allí se fundó, sino también por haber llegado a ser el gran taller de toda clase de instrumentos musicales: órganos, arpas, violines, trompas, cornetas, y toda clase de instrumentos musicales eran allí fabricados con singular destreza y exportados a las reducciones indigenas y a las ciudades de los españoles". Padre Furlong (Músicos Argentinos, p ág. 73 y 74).


"...En varias reducciones existen, hoy día, maestros indios que saben hacer de la vibrante madera de cedro un arpa de David, clavicordios, chirimías, fagotes y flautas; mis herreros han aprendido a fabricar los taladros que se necesitan para hacer las aberturas acústicas de los instrumentos de viento". Padre Antonio Sepp. Yapeyú . Año 1691 (Continuación de las labores apostólicas - pág. 137).


Así como la raza guaraní tenía su música propia y fabricaba sus propios instrumentos musicales (algunos de los cuales trascendieron perfeccionados), también los guaraníes tenían su especial denominación para sus danzas; ya fueran estas religiosas, guerreras o alegres.


Al sonido musical lo llamaban , y a la música mbaepú; y a la acción de ejecutar, mbopu; al canto lo llamaban purajhei y a las danzas en general, la denominaban yerokï, con todas las derivaciones y alcances del vocablo.


Referente a estas denominaciones existe gran variedad de opiniones respecto a los orígenes del vocablo chamamé. Así, se conocen expresiones tales como: che ama míche amoa memêche aimê amemêche amamê aimêche memêche amô amemêñamo chamamê namêche amamê;che amapê; etc.


Isidro Mario Flores en su diccionario de la lengua guaraní, dice: "Chamamé, nombre de un pueblo formado por una de las tribus de guaraníes a la que erróneamente se les dice Charrúas".


Según el historiador Manuel Florencio Mantilla, "... no es así, sino chacha o chana, esta tribu habitaba sobre la costa del Uruguay. En esta población fue descubierta esta música (chamamé) por los jesuitas y que, a raíz de los aborígenes quiere decir en el conjunto o en el montón de los cha ochana.


Don Alejandro Miranda de Saladas (Corrientes), indica: ". Bianchetti, profesor de guaraní, me explicaba que el chamamé se originó en la frontera de Corrientes y Brasil".


En este sentido, el profesor Juan de Bianchetti, profundo conocedor y estudioso del idioma guaraní, afirma. haber comprobado personalmente que la tribu kaiguá de Santa Catalina-Brasil (que en un tiempo habitó parte del territorio de Corrientes y Misiones), canta y baila una danza llamada chamamé , que tiene el mismo ritmo melódico y desplazamientos coreográficos de nuestro baile , acompañándose con una especie de tambor redondo y alargado, una flauta de tacuara de cinco agujeros y una guitarra de cinco cuerdas, llamada también mbaracá, como la nuestra.


Al determinar la formación de la palabra chamamé, dice el profesor Bianchetti que la misma tuvo su origen en la frase che amoa memé, que significa decir doy sombra a menudo o constantemente. Es importante destacar la natural formación de las palabras, ya que en todos los idiomas conocidos, se forman por tres figuras o principios: aféresis, síncopa y apócope, consistentes en la supresión de letras al principio, en el medio y al final de la palabra, respectivamente. Así, por ejemplo che amoa memé, por síncopa: ch-am-a-mê, teniendo en cuenta que los sonidos fuertes absorben a los debiles; la e de che la o de amoa y la primera me dé memêChamamé significa enramada.


Con estos y otros estudios se define la modalidad del chamamé, que según Bianchetti..."refleja las melodías de la naturaleza con suave sonoridad y brusca transición; el suave susurro de la brisa entre el follaje y el bramar de las tempestades al azotar los gigantescos arboles de aquellos milenios. Y este contraste se refleja en el ritmo de su danza, con las mismas características que la música va señalando. Todo traducido fielmente de la naturaleza que plasmó también en el alma, el espíritu y el yo del aborigen guaraní." Por esto Bianchetti sostiene que el nombre nació con la música.


"El chamamé - dice - es el nombre originario de la música y el baile guaraní, que para honor de nuestras tradiciones, se ha perpetuado en Corrientes. Aparentemente es denominación contemporánea por causa de la extranjerizante modalidad de perseguir todo lo guaraní - que se practicó desde la conquista.


Hasta hace poco, hasta la palabra chamamé se fue olvidando; pero como la música supervivió en el alma del pueblo, transaron los persiguidores en disfrazarla con el nombre extranjero de polka.
"Antiguamente se conocía por polka kireí a la polka movida o ligera, siendo la música que más gustaba al pueblo, que no del todo conforme con la palabra polka (o tal vez por ancestrales impulsos), se satisfacía con el aditamento de kireí (brioso). A esta música de ritmo ágil, viril y contagioso, también y más comúnmente se la denominaba Ramada o ramada vi (en las enramadas); queriéndose expresar o denominar así a la música más auténticamente campesina o camperiña, la que no se realizaba en salones (ni en los corredores, siquiera), sino monte adentro o campo afuera, bajo las enramadas. Por eso tenía y necesitaba ese ritmo montaraz y brioso, Por todo esto es posible, que chamamé (enramada) haya sido la única y verdadera denominación de la música y danza guaraní , que el uso y las costumbres convirtieran en ramada vi -denominación que conservó y mantuvo a pesar de la palabra polka - para volver con el tiempo a la primitiva denominación dechamamé, vocablo este que el pueblo conserva en el escapulario de sus tradiciones" .
La estudiosa Olga Fernández Latour de Botas, en un artículo aparecido en La Nación - Buenos Aires, 1979 - con el titulo Origen del chamamé, dice entre otras cosas:


"...Pues bien, en la pág.59 de esta original publicación que arrecia la dura sátira contra el padrecito de la Santa Furia, se lee lo siguiente: "Y por qué diablos, siendo tan hombre mi pai Francisco ¿No tiró s.p por la carrera de las armas? ¡Qué arrogante soldado de brigada hubiera v.p. hecho en la real marina española! ¡Que se viniesen entonces v.r. con agachadas los contramaestres, guardianes, maestres de víveres, calafates y demás guapetones del rancho proa! Ya me parece que lo veo destripando a unos, cruzándoles a otros la cara, bailando un chamamé encima de la cabeza de alguno y echando sobre aquellas cubiertas de Dios por esa boquita que debía estar engarzada (más que sea en plomo derretido, digo si no le incomoda a v.p.) más serpientes, culebras y sapos que los que hay por esos chircales del mundo.(Esto ha sido entre paréntesis mi P. y perdonen el rampujen)"...Ésto fue publicado en Buenos Aires, el sábado 17 de febrero de 1821. Aún no había llegado la polka como música ni como baile. No se trata de referencias etnográficas, ni de un cuadro correntino, sino de una imitación del habla rural de los alrededores de Buenos Aires. Allí aparece el chamamé, y ya es un baile.


...Por su parte , Porfirio Zappa en su libro Ñurpi-Por el campo correntino, indica: "...han sido muchos los estudiosos que investigaron el origen de la palabra chamamé . Algunos afirman que es un vocablo oriundo del Paraguay , con el que se quiere significar "cualquier cosa" , o "cosa hecha como quiera como venga". Sin mayores pretensiones o en forma intrascendente, otros sostienen que la palabra tuvo origen en la conocida expresión (también de origen paraguayo), che ama mi, que significa en sentido amoroso "mi amiga", "mi ama" o "mi dueña".
También se da la palabra chamamé como originada por la expresión che memé, que quiere decir "siempre yo" o "yo constantemente".


Sobre este tema, Vicente Gesualdo en su libro Historia de la música en la Argentina, pág.,357 , dice: "...Queremos destacar en esta líneas, dedicadas a la música en Corrientes, un hecho que, a nuestro juicio , tiene una singular importancia en el nacimiento de una tradicional danza Argentina. Se trata de la Polka Correntina. Sobre esta pieza musical, el 12 de Mayo de 1878 La gaceta musical anunció la aparición de la polka querida por todos, del compositor correntino Joaquín A.Callado, editada por la casa F.G.Hartman, y decía el comentario: "La polka mencionada sé distingue por su estilo originalísimo, que quisiéramos llamar habanera-polka, porque sin ser el ritmo de la polka tradicional, ni tampoco el de la danza habanera ; el autor ha sabido amalgamar con habilidad y acierto, estos dos ritmos característicos creando sobre estas bases un baile muy interesante que responde enteramente al gusto de nuestra nación".


El historiador correntino Emilio Noya, en un artículo aparecido en el diario El Litoral de Corrientes, menciona: "...la primera pieza (peregrina denominación con la que fue inscripta), en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (S.A.D.A.I.C) data del año 1930. Sus autores eran Diego Novillo Quiroga y Francisco Pracánico. Se trata de Corrientes Poty (La Flor de Corrientes), según consta en un disco de la época del celebrado cantante Samuel Aguayo. La creación del nuevo rótulo obedecía, según manifestaciones del citado interprete, al deseo de congraciarse la casa grabadora R.C.A.Victor con el público correntino, principal comprador de sus placas impresas. De modo inusual y respondiendo a intereses exclusivamente comerciales, tuvo origen el chamamé. Pronto concitaría la atención de investigadores y estudiosos, sosteniendo algunos que se trata de una variante o arreglo de la música paraguaya adoptada por sectores del bajo fondo social."


"Mientras lo excluyen del escenario tradicional - continúa opinando Noya - soslayan el antecedente incierto de la música guaraní, que remonta del año 1855, en oportunidad de visitar Asunción del Paraguay una orquesta integrada por zíngaros y polacos traídos por Madame Lynch. El repertorio de polkas, valses, zardas y mazurcas, encontró cálida acogida en el pueblo, que lo hizo suyo con ligeras modificaciones, llamándolo polka canguípolka siriríkireí , etc.

Finalmente , circunscribir el tema a una cuestión meramente social , desnuda el superficial razonamiento de ese minúsculo grupo".


Evidenciando el esfuerzo por marcar una línea definitiva hacia los orígenes paraguayos del vocablochamamé y sus implicancias, Emilio Noya cita a Anselmo Cover Peralta y Tomás Osuna (oriundos del Paraguay), quienes en su diccionario español-guaraní, guaraní-español (editado en 1950), si bien coinciden en la versión referida a la traducción del vocablo, indicando que el mismo quiere decir "enramada", "corredor", "lo que se hace desordenadamente", "sin planes ni métodos", demuestran un total desconocimiento y evidencian un exacerbado patriotismo cuando afirman quechamamé es el nombre de una temática musical de ciertos aires correntinos, inspirados en la música paraguaya.


Reafirmando la definición de su línea, por ultimo, Noya determina lo siguiente: "....personalmente me adhiero al concepto del Dr. Nicolás Zervino (versado guaranista cuya obra permanece inédita), quien sostiene que el término chamamé pertenece al léxico bilingüe paraguayo, negando así toda relación con el que se habla en Corrientes."


Si bien debemos destacar la igualdad de criterios con trabajo de recopilación y búsqueda de los antecedentes etnóficos referidos a los instrumentos guaraníes del siglo XVII realizados por el historiador Noya, no podemos menos que sentirnos desilusionados en lo que que hace a la posición que el mismo (y algunos otros) fijan sobre los orígenes de nuestra música y su denominación.


En la contemporánea búsqueda de la etimología de la palabra chamamé, encontramos una diversidad de opiniones, tales como las de Julio Víctor Visconti, Ricardo Suárez, Gualberto Meza, Julio R.Chapo; éllos dan acepciones como estas : che aimé amamé (yo estoy en la lluvia), che memé (siempre yo), che amamé (a mi amada, che amapé (a mi amada), che amó amemé (doy reparo constantemente o a menudo). 
Hay quienes atribuyen a Samuel Aguayo la expresión Ñamó chamamé mamé (vamos a tocar así nomás), hecho éste ocurrido durante un ensayo del recordado conjunto de Emilio Chamorro, del cual Aguayo formaba parte.


Finalmente, definiendo nuestra posición al respecto, creemos desacertados aquellos que han gastado sus esfuerzos y fijado sus posiciones deteniéndose en la superficialidad de la búsqueda etimológica del vocablo chamamé, sin entender que las verdaderas raíces están en la profundización etnográfica de los guaraníes y nuestra música.


De allí por ejemplo, nuestra desilusión en la posición sustentada por el historiador Noya, quien por una parte reivindica para nuestros ancestros la existencia de su propia música e instrumentos (algunos de estos originados en nuestra cultura, exportados a la Europa medieval y conquistadora, perfeccionados allí e importados a nuestra incipiente Nación, un siglo más tarde) y luego deriva dichos orígenes (de la música) a la vecina República del Paraguay.


Consideramos también un verdadero dislate aquellas versiones contemporáneas que definen a la expresión chamamé como "de cualquier manera", "cualquier cosa" y/o"hecho desordenadamente"(o similares), por cuanto antecedentes que brindamos en este mismo trabajo determinan fehacientemente que chamamé era la denominación de un baile o danza trasladado al Buenos Aires colonial (ver cita de Olga Fernández Latorur de Botas-"La Nación-Bs,As.1979), mucho antes de que en 1850, algunos europeos recrearan estos ritmos "briosos" en la capital Paraguaya.


La misma consideración le cabe a la versión que da como creador del nombre de nuestra música, al cantante Samuel Aguayo, oriundo del Paraguay.


Parte del bagaje histórico de nuestro chamamé alcanza, en una determinada época, una profusa difusión nacional pero con absurdas distorsiones impuestas por criterios netamente comerciales. Hacia la década del 40 , se produce un movimiento de repulsa encabezado por conocidos cantautores; éllos, en su afán de preservar la esencia básica de nuestra música, intentan recrearla con nuevas denominaciones; éstas, finalmente, son desaprobadas por el gusto popular. Citamos como ejemplos a : 


Osvaldo Sosa Cordero (Campera); Pedro Sánchez (Letanía) y Cholo Aguirre (Litoraleña). Lamentablemente, algunas distorsiones se mantienen popularizadas en la actualidad.