CARLOS PELEGRINI

 

 

Jueves 7 de Agosto de 1890Carlos Pellegrini toma posesión del mando en un acto de gran concurrencia ciudadana y mucho entusiasmo.
 

 

El nuevo mandatario ya había anunciado cuál sería su gabinete: el General Roca, en Interior; en Guerra y Marina, el Teniente general Nicolás Levalle, amigo del anterior; Vicente Fidel López, hombre de la Unión Cívica, en Hacienda; Eduardo Costa, otro cívico, amigo del General Mitre, en Relaciones Exteriores; y José María Gutiérrez, de igual filiación política, en Justicia, Culto e Instrucción Pública. Es propósito de Pellegrini contar con un ministerio de concordia nacional.

Al entrar el presiente en la Casa Rosada, y como los soldados quieren detener a la multitud, ordena que se deje entrar “a todo el mundo” y que la guardia se retire del edificio. Y luego, llamado por el público, sale al balcón y habla a la muchedumbre. El entusiasmo popular es incontenible. “Durante cuatro días la Casa de Gobierno fue una romería. Toda clase de gentes recorrían los salones, ocupaban los sillones ministeriales, iban de un lado al otro, sin cansarse de ver e imaginar.” 

IMPUESTO A LOS BANCOS PARTICULARES

También a principios de 1891, con el objeto de obtener recursos dentro del país, el ministro López propone la creación de nuevos impuestos. El 26 de enero el Congreso sanciona la ley de impuestos internos mediante la cual se gravan los alcoholes, las cervezas y los fósforos. Se resuelve, además, un impuesto del 7 por ciento sobre las utilidades y los dividendos de los bancos particulares y sociedades anónimas cuya dirección y capital no se hallasen en el país, con excepción de frigoríficas, fábricas de carnes conservadas y ferrocarriles. En Diciembre se había aplicado un 2 por ciento de impuestos a los depósitos en bancos extranjeros.

Cuando el Senador Jerónimo Cortés se opone a aquel impuesto, por cuanto lo juzgaba hostil al capital extranjero, Vicente Fidel López contesta que es necesario defender al país de los capitales británicos, belgas y alemanes que, manteniendo un mero consignatario en la Argentina, obtienen cuantiosos beneficios sin radicarse, y menciona el caso de sociedades que obtienen el 62 por ciento de beneficio anual.

Asimismo, aceptando la política del Ministro, el Congreso sanciona el incremento de los derechos aduaneros sobre artículos de lujo, y la reducción de otros (a los percales y fariñas), para favorecer a los sectores menos pudientes. 
 

DESORDENES EN EL INTERIOR

Corre la segunda quincena de mayo de 1891. Gobierna la provincia de Córdoba un roquista, Eugenio Garzón, quien debe enfrentar la oposición de la Unión Cívica, entregada desde meses antes a trabajos conspirativos. 

UNION CÍVICA NACIONAL Y UNION CÍVICA RADICAL

Al promediar Mayo de 1891 el acuerdo gestado en torno de la fórmula Mitre - Irigoyen hace agua y vive horas de zozobra. De nada han servido las entrevistas de Alem e Irigoyen con Mitre, ni los mensajes de Roca a los gobernadores sobre la decisión de “suprimir la lucha electoral”. El desacuerdo gana el espíritu de los protagonistas de aquella empresa política: donde Mitre niega la posibilidad de efectuar “una elección regular”, Bernardo de Irigoyen prefiere los comicios al acuerdo de dirigentes, y Alem endurece su intransigencia frente al régimen. En el comité nacional de la Unión Cívica el Coronel Mariano Espina, por su parte, califica al acuerdo de traición a los principios partidarios. 
 

INTENTO DE INTERVENCIÓN INGLESA

Desde que el gobierno de Pellegrini establece impuestos sobre los depósitos y dividendos de los bancos extranjeros, las relaciones con la banca y el comercio británicos comienzan a deteriorarse. El Presidente, impulsado por razones de economía y de política nacional al mismo tiempo, acentúa a mediados de año una orientación contraria a los intereses ingleses, especialmente los bancarios. 

LA FORMULA DE LOS RADICALES

15 de Agosto. En el Teatro Onrubia de Buenos aires la convención nacional de la Unión Cívica Radical, con asistencia de 102 representantes de los distritos de todo el país, después de una reunión desbordante de entusiasmo y por momentos desordenada, proclama una nueva fórmula presidencial: Bernardo de Irigoyen – Juan M . Garro.

Durante la asamblea se ponen de manifiesto dos corrientes de opinión claramente diferenciadas: la de los intransigentes que enjuician a los acuerdistas y vitorean a Leandro N. Alem, y la influida por el liberalismo de raíz unitaria, que ataca a este último echándole en casa sus ideas rosistas. En un momento dado los incidentes se traducen un puñetazos y salen a relucir algunas armas. 

MAGNASCO Y LOS FERROCARRILES

En Septiembre de 1891 se constituye una comisión parlamentaria investigadora de los Ferrocarriles Garantidos, que para esa época insumían la tercera parte del presupuesto nacional. Forma parte de dicha comisión el diputado Osvaldo Magnasco - distinguido jurista y hábil orador, de 26 años -, quien el 11 del mes citado, durante el debate, se refiere “al gran cuadro de los grandes robos de las empresas de ferrocarrileras establecidas en nuestro país

Después de señalar el joven diputado - y miembro informante de la comisión investigadora - las continuas reyertas promovidas por las compañías particulares ante los poderes públicos, se pregunta: “¿El espíritu civilizador que animó las disposiciones legislativas ha sido satisfecho por las empresas? Han servido como los elementos de un progreso legítimamente esperado o, por el contrario, han sido obstáculos, obstáculos serios, para el desarrollo de nuestra producción, para la vida de nuestras industrias y para el desenvolvimiento, de nuestro comercio?”.

El mismo Magnasco se da la respuesta diciendo: “Mejor sería, señor, que no contestase tales preguntas, porque aquí están los representantes de todas las provincias argentinas, que experimentalmente han podido verificar, con los propios ojos, el cúmulo de pérdidas, de reclamos, de dificultades y de abusos producidos por esto que en nuestra candorosa experiencia creímos factores seguros de bienestar general”. Y agrega: “Ahí están las provincias de Cuyo, por ejemplo, víctimas de tarifas restrictivas, de fletes imposibles, de imposiciones insolentes, de irritantes exacciones, porque el monto de esos fletes es mucho mayor que el valor de sus vinos, de sus pastos y de sus carnes
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Señala el diputado entrerriano que no bien llega a oídos de la empresa ferroviaria “la exportación de una pequeña partida a Buenos Aires o a cualquier otro punto, inmediatamente se levanta la tarifa, se alza como un espectro, y se alza tanto, que el desfallecimiento tiene que invadir el corazón del industrial más emprendedor y más fuerte”. 

El proyecto de ley destinado a cortar los abusos de los Ferrocarriles Garantidos resulta aprobado por unanimidad. El 24 de Noviembre es sancionada la ley 2873, como reglamento general de los  ferrocarriles, la cual, entre otras cosas, coloca bajo jurisdicción nacional a los ferrocarriles que pasan de una provincia a la Capital Federal.

EL BANCO DE LA NACIÓN

La liquidación de los Bancos Garantidos crea un serio vacío en el orden crediticio, en momentos en que la producción agrícola aumenta. En tales circunstancias la Nación no solamente debe hacerse cargo de las emisiones del Banco Nacional y de Instituciones bancarias de diversas provincias, sino que tiene que cubrir de alguna manera la falta de financiación planteada. Entonces Pellegrini, Vicente Fidel López y Vicente L. Casares planean la creación de una nueva institución bancaria.

El proyecto de ley enviado al Congreso por el P.E. prevé la creación de un banco organizado como sociedad anónima, con un capital de 30 millones de pesos papel y 20 millones de metálico, con el objeto de promover el desarrollo económico. Su estructura es parecida a la del desaparecido Banco Nacional, pero sin facultad de emitir billetes. 

 

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