JUAN CARLOS ONGANIA

 

 

JUAN CARLOS ONGANIA

El modelo de gobierno que Onganía pretendió imponer fue similar al establecido en Brasil en 1964, es decir, una autocracia modernizadora que cambiase la sociedad desde arriba con o sin el respaldo popular. El régimen presentaba otra variante del pensamiento corporativista pero en este caso se postulaba un poder estatal del que estaban explícitamente excluidos los grupos de intereses. Fueron prohibidos los partidos políticos y la actividad sindical; se impuso una estricta censura y se persiguió a estudiantes, intelectuales y artistas.

Onganía declaró su intención de permanecer indefinidamente en el poder y proclamó que el programa de la "Revolución Argentina" restablecería la economía, reavivaría el crecimiento y luego distribuiría sus frutos para lograr la "paz social".

El "Estatuto de la Revolución Argentina" aprobado por los tres comandantes en jefe, creó un marco normativo que reemplazó a la Constitución Nacional.

 

 

 

 
Obra de Gobierno
 
Al comenzar su gobierno Onganía trató de superar la difícil situación económica. A fines de 1966 el ministro de esa área, Salimei, fue reemplazado por Adalbert Krieger Vasena, en el discurso de presentación del plan económico prometió "una gran transformación" que tendría como objetivos principales el crecimiento de la industria, el equilibrio del balance de pagos y la estabilidad de los precios. El Estado usaría instrumentos monetarios, cambiarios, fiscales y controles de precios y salarios para alcanzar esas metas.

Para infundir confianza en los inversores extranjeros se dictó una ley que demostró que ya no habría más "nacionalismo petrolero". Siguiendo el ejemplo de Francia, se devaluó la moneda el 40% y se recurrió a un préstamo stand by del FMI. Se recortó el gasto público para bajar el déficit del presupuesto que pasó del 40% de los últimos meses del gobierno radical al 14% en 1967.

Estas medidas y la confianza en la estabilidad del peso ayudaron a crear una corriente de capitales hacia el país que se vio reflejada en las reservas netas del Banco Central. Se redefinió la relación con los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, La Corporación Financiera Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Sus préstamos permitieron la realización de grandes obras como las de El Chocón, en Neuquén, proyecto que aliviaría la escasez de energía en la zona metropolitana.

El tema del factor trabajo era fundamental en este programa; se congelaron los salarios y si bien el salario real cayó en 1967, tuvo en 1968 y 1969 una notable recuperación. En cuanto los precios el gobierno no recurrió a los controles obligatorios sino que logró un acuerdo voluntario, según el cual los empresarios se comprometieron a absorber un 3% contra sus beneficios antes de trasladar el aumento de los costos a los precios.

En 1968 la inflación disminuyó y mejoró el Balance de Pagos. Hubo un incremento de las obras públicas, con repercusiones sobre el crecimiento industrial y la ocupación, a través de la puesta en marcha de proyectos como el Plan Nacional de Caminos.

Crecieron las importaciones de materias primas y de bienes intermedios, en especial repuestos para maquinarias, maderas, papel para diarios, aluminio, cobre y productos químicos.

La reducción de los aranceles de importación perjudicó a las pequeñas empresas asociadas en la CGE, pero no así a las grandes ligadas a la inversión extranjera. De aquel sector surgieron las críticas acerca de la "desnacionalización" de la industria y de las finanzas. En el sector agropecuario, algunos estaban conformes con la estabilidad económica pero otros reclamaban por el impuesto del 20% sobre las exportaciones, además del impuesto de emergencia sobre la tierra introducido a fines de 1968.

A pesar del crecimiento económico en mayo de 1969 el gobierno de facto enfrentó un movimiento obrero - estudiantil de grandes proporciones: el Cordobazo.

El Cordobazo produjo el alejamiento de Krieger Vasena. El nuevo ministro, José María Dagnino Pastore, trató de continuar la misma política sin éxito. En ese año se extinguió el peso moneda nacional y fue reemplazado por el peso ley 18.188.

La agitación social y las protestas obligaron al gobierno a decretar aumento de los salarios.

Otros hechos de violencia contribuyeron a crear intranquilidad, en 1969 fue asesinado Augusto T. Vandor y en 1970 se secuestro y se dio muerte del Gral. Aramburu.

Los jefes militares exigieron compartir el poder. Onganía respondió destituyendo al Comandante en Jefe Alejandro Lanusse y éste obligó a Onganía a renunciar.

Del sitio https://www.todo-argentina.net/historia