EL ESTANCAMIENTO DEL INTERIOR

 

 

HISTORIA ARGENTINA

 

El estancamiento del interior

 

 

Evolución de la población

Agotado el efecto de la declinación de la población indígena sobre la evolución demográfica, la población de las regiones del Interior creció durante la etapa de transición. Este aumento tuvo su origen básicamente en el crecimiento vegetativo ya que aquéllas no recibieron corrientes inmigratorias.

La población total de las regiones del Interior pasó de 250.000 en 1800 a 900.00 en 1869. Si se compara la relación existente entre la población del Interior con la del total del país, se observa que mientras en 1800 ella ascendía al 70% en 1869 había caído al 50%. El Litoral concentró la mayor parte del aumento demográfico del país y su participación paso del 30 al 50% entre 1800 y 1869.

 

Estrangulamiento del sector externo

Un hecho fundamental para el desarrollo de las exportaciones del Interior fue la política de libre cambio seguida por la provincia de Buenos Aires desde la independencia. El mercado del Litoral era el único cuya demanda interna crecía al influjo de la expansión de las exportaciones. Pero esta demanda interna se satisfacía fundamentalmente con bienes importados del exterior. El Interior pudo haber recibido por vía indirecta los beneficios de esa expansión de las exportaciones, a través del incremento de sus propias ventas para satisfacer la demanda creciente del Litoral. La libertad de importaciones seguida por Buenos Aires ahogó esta posibilidad y, con ello, toda posibilidad de difundir los impulsos dinámicos generados por la expansión de las exportaciones del Litoral.

En algunas provincias del Interior ciertas actividades destinadas al comercio interregional subsistieron y aún se consolidaron durante la etapa de transición como el azúcar en Tucumán.

 

Permanencia de las condiciones de estancamiento

El estancamiento de las exportaciones del Interior cerró cualquier posibilidad de desarrollo en la etapa a de transición. Ausente toda perspectiva de crecimiento dentro de cada frontera regional mediante la aplicación de innovaciones técnicas y el aumento consecuente de la productividad, el ingreso y la demanda efectiva, el estrangulamiento del sector externo impidió la ruptura del estancamiento tradicional.

La concentración de las exportaciones ganaderas en el Litoral y la apertura de su mercado a la producción extranjera sella, pues, el esquema de estancamiento de las provincias del Interior.

Dados los factores condicionantes de su desarrollo, la naturaleza de las economías del Interior no se modificó durante la etapa de transición. La producción de cada región se siguió utilizando fundamentalmente dentro de cada mercado interno y una parte sustancial de la población activa continuó ocupada en actividades de subsistencia, fuera de la economía del mercado.

 

Incapacidad financiera de los fiscos del Interior

En ausencia de toda actividad expansiva y frente a los bajos niveles de ingresos imperantes, poco era lo que podían hacer los gobiernos para reorientar la utilización de los recursos económicos o impulsar el crecimiento.

Los ingresos fiscales estaban fuertemente limitados. La razón principal era el bajo nivel de exportaciones e importaciones que impedía recaudar tributos sustanciales sobre los mismos. Dada la alta proporción de la población que vivía fuera de la economía del mercado y ocupada en actividades de subsistencia, la posibilidad del gobierno de hacerse de ingresos a través de la emisión de papel moneda era muy limitada.

Pese a esta precariedad de ingresos impositivos y de recursos de tipo inflacionario, los gastos de los gobiernos mediterráneos eran estimulados por los mismos factores que operaron en el Litoral: las guerras de independencia, primero; las luchas federales y las campañas contra el indio, después. El recurso a que se apeló en las ocasiones extremas fueron los empréstitos forzados aplicados a la población y dentro de ésta a los únicos que podían pagarlos, comerciantes y propietarios territoriales. La única solución posible era comprimir al máximo las actividades del sector público.

 

Creciente desequilibrio interregional

Las provincias comprendieron muy bien que la solución de sus problemas económicos no radicaba dentro de sus fronteras sino que dependían básicamente de la provincia de Buenos Aires. La lucha del Interior por imponer una política proteccionista a dicha provincia era la única forma de asegurar el expansivo mercado del Litoral para la producción mediterránea.

Durante toda la etapa de transición, sin embargo, no llegó a quebrantarse definitivamente el equilibrio, entre las distintas regiones, imperante desde la época de la colonia. Las enormes distancias seguían constituyendo la mejor barrera proteccionista y el desarrollo del Litoral no había alcanzado hasta 1860 el impulso arrollador que adquiriría más tarde.

La subordinación definitiva del Interior se produciría recién en la etapa de la economía primaria exportadora en que las corrientes inmigratorias y la vigorosa expansión de las exportaciones agropecuarias de la zona pampeana, convirtieron al Litoral en el centro dinámico indiscutido del desarrollo del país. Los ferrocarriles, por su parte, barrerían con las distancias, última línea de defensa del aislamiento del Interior.

 


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