MIGUEL JUAREZ CELMAN

 

7 de Febrero de 1886. El partido Autonomista Nacional (P.A.N.), la fuerza política que respalda al Presidente Julio A. Roca, resulta favorecido en los comicios de renovación de la Cámara de Diputados. Esto determina un cambio en la lucha por la sucesión presidencial que se avecina. Los distintos candidatos opositores al gobierno resignan sus postulaciones en aras de un nombre común, el de Manuel Ocampo.

A pesar de esta conjunción de esfuerzos, en las elecciones que se realizan el 11 de Abril de 1886, el candidato oficial, Miguel Juárez Celman, se impone finalmente. Lo acompaña como Vicepresidente Carlos Pellegrini.

12 de Octubre. A las 14.30 se efectúa la transmisión del mando. El Presidente saliente, Julio A. Roca, dice en su discurso final: “Os transmito el poder, con la República más rica, más fuerte, más vasta, con más crédito y con más amor a la estabilidad, y más serenos y halagüeños horizontes que cuando la recibí yo”. Y ofrece al nuevo mandatario un respetuoso acatamiento y el más leal apoyo.


Juárez Celman declara en el Parlamento que hace suyo el programa que su antecesor había sintetizado con la fórmula: Paz y Administración. Constituye su gabinete con Eduardo Wilde en el Ministerio del Interior; Filemón Posse en el de Justicia, Culto e Instrucción Pública; Wenceslao Pacheco en el de Hacienda; Norberto Quirno Costa en el de Relaciones Exteriores y Eduardo Racedo en el de Guerra y Marina. Este último sólo se hace cargo a partir de 1887 y lo reemplaza interinamente Nicolás Levalle.

EL "UNICATO"

La fórmula Paz y Administración, adoptada por Roca y hecha propia por el nuevo Presidente, había significado para aquél y significa para Juárez Celman una paralización de la actividad política que queda reservada al Presidente. Los hombres que permanecen dentro del P.A.N. deben acatar lo que decide el Presidente y su liga de gobernadores. El Presidente es el único que toma decisiones. Su opinión es lo único que cuenta. Es lo que más tarde se llamará el Unicato. La idea de que los tiempos no eran ya de política, sino de trabajo y prosperidad, exige que se deje gobernar solo al gobierno, sin poner obstáculos.

Juárez Celman
, pues, apenas comienza su gestión, deja entrever a Roca que el Unicato excluye la pluralidad y que el Unico no podía ser más que el Presidente. Reúne todos los hilos políticos en sus manos y constituye en poco tiempo un juarizmo, tan efectivo como el roquismo que había imperado hasta 1886. Según el dicho de la época, “el jefe del P. A. N. es el que se halla en condiciones de repartirlo.

Esta actitud del Presidente se hace sentir de inmediato en las provincias. En la de Buenos Aires deben renovarse las autoridades, y Dardo Rocha, vencido en la elección presidencial, se apresta a defender su posición en la provincia, Levanta la candidatura de Nicolás Achaval para Gobernador, quien cuenta también con el apoyo de los católicos. Los mitristas proclaman como candidato a Eduardo Costa. Y otra fracción del partido Autonomista, descontenta de los procederes de Rocha y “que quiere libertarse de su dirección, para que Buenos Aires cese en su hostilidad con la Nación y pueda influir en la marcha del gobierno general”, levanta la candidatura de Máximo Paz. Juárez Celman declara que no se ha de inmiscuir en la contienda, pero sus simpatías son para Paz.

Diciembre de 1886. Se llevan a cabo las elecciones. Despliegue de fuerzas policiales; envíos de armas a granel por los bandos en pugna; grupos de choque para imponer sus respectivas banderas por la fuerza. El escrutinio da el triunfo a Máximo Paz y el Unico cuenta ya con el nuevo gobernador.

INTERVENCION EN TUCUMAN

 

En las elecciones presidenciales, Tucumán habla votado por Bernardo de Irigoyen para Presidente y por Pellegrini para Vice.

En 1887 Roca, que mantiene buenas relaciones con las autoridades de la provincia, aconseja a Delfín Gallo, hermano del Gobernador, “que lo hiciera renunciar y eligiera gobernador a un hombre con quien no tuviera quejas el Presidente electoSantiago Gallo renuncia y es electo Juan Posse. Pero Posse es resultado de la gestión de Roca, y Juárez Celman no se considera satisfecho.

El 23 de Mayo aparece un libelo atacando al Gobernador y a los hombres de su círculo. El periódico, local El Debate reproduce el libelo y la policía detiene a su director. El incidente tiene eco en la Cámara de Diputados de la Nación, y ésta solicita al Presidente que practique las investigaciones pertinentes. El 4 de Junio, Juárez Celman designa al camarista de la justicia ordinaria de la Capital doctor Salustiano J. Zavalía, para cumplir dicha misión.

Imprevistamente, el 12 de Junio estalla una revolución en Tucumán: fuerzas del Ejército nacional y contingentes reclutados y remitidos por los Gobernadores de las provincias limítrofes, y mandados por el gerente del Ferrocarril Central Norte, Lidoro J. Quinteros, derrocan al Gobernador Posse. El Presidente interviene la provincia y envía como comisionado nacional al mismo doctor Zavalía, quien disuelve la Legislatura y el Colegio Electoral. El 24 de Julio tienen lugar las nuevas elecciones y el Colegio Electoral recién integrado elige Gobernador a Lidoro J. Quinteros. Tan rápido desenlace satisface a Juárez Celman, quien propone al Senado la designación de Salustiano J. Zavalía como ministro de la Corte Suprema de Justicia.

OBRA DE GOBIERNO

La crisis económica de 1884 ha quedado superada por el acuerdo del mes de Noviembre de 1885, que ha firmado Carlos Pellegrini con los banqueros europeos. Por lo tanto, al asumir Miguel Juárez Celman la presidencia, afluye al país una corriente de grandes inversiones, que se acelera de manera notable durante los tres primeros años de su gobierno.

Los empréstitos tomados por el país en el extranjero entre 1886-1890 ascienden a 668 millones de pesos oro, frente a un total de 150 millones tomados entre 1881 y 1885. También la inversión de capitales privados extranjeros es sensiblemente mayor. Ellos son usados principalmente para el pago de los empréstitos anteriores y para financiar inversiones en tierras, ferrocarriles, obras públicas y bancos. Durante la administración de Juárez Celman se multiplican las obras públicas. En 1886 se inaugura el ferrocarril a Mar del Plata, y el teléfono se extiende de Buenos Aires a La Plata. En 1887 se levanta el primer censo general del municipio porteño: revela la existencia de 433.375 habitantes, y la de 400 establecimientos industriales. De ellos 41 son anteriores a 1869; 73 han sido fundados entre 1870 y 1879; 101 entre 1880 y 1884 y 112 entre 1885 y 1888. También se hace efectiva la incorporación a la Capital Federal de los partidos de Belgrano y Flores, que habían sido cedidos por la provincia de Buenos Aires por una ley de 1884. Las reparticiones públicas comienzan a contar con construcciones adecuadas. Se construye el monumental edificio de Aguas Corrientes de la ciudad de Buenos Aires, se inaugura el de la Jefatura de Policía y funciona formalmente el Registro Civil. Otros edificios públicos no se inauguran entonces, pero deben su existencia a grandes medidas de gobierno tomadas en este período, entre ellos el Teatro Colón y el Palacio del Congreso.

Con fecha 2 de Noviembre de 1888 se dicta la ley de matrimonio civil. En su mensaje del mismo año, Juárez Celman anuncia la ley por la cual se autoriza al Poder Ejecutivo para contratar con Roberto P. Houston dos líneas de navegación, una desde el norte de Europa y otra desde los Estados Unidos, proyecto que se materializará varios años, después.

En 1889 se pone en marcha el Museo de Productos Argentinos, que expone productos de ganadería, agricultura y minería. Se inaugura la primera sección del puerto, la Dársena Sur y el canal de entrada. Las obras de la segunda sección comienzan en Mayo de 1888 y serán entregadas al público en Enero de 1890.

"INICUAS EXACCIONES"

 

Entre 1886 y 1890 cerca del 70 % de todo el capital británico invertido se emplea para financiar ferrocarriles en forma directa por compañías o de modo indirecto a través de empréstitos al gobierno. Durante este periodo, el total de kilómetros de rieles de la República aumenta de 5.800 a 9.400 kilómetros. Las concesiones ferroviarias se otorgan desordenadamente, sin planes previos, y se desata una verdadera batalla con el objeto de trazar más y más vías.

Las compañías no se esfuerzan en forma seria para obtener el derecho de prestar servicios; con frecuencia dejan de invertir dinero en elementos tan esenciales como locomotoras y buenos vagones, para invertirlo en extensiones de líneas con el fin de excluir a otra compañía rival. Otras veces el fin es obtener beneficios garantizados de un gobierno ansioso de complacer a sus amigos, fomentando la construcción de ferrocarriles en regiones donde aquellos poseen tierras.

Esta política de otorgar garantías a cualquier concesión ferroviaria encuentra seria resistencia por parte de algunos miembros del Senado. En la sesión del 21 de Octubre de 1877 Aristóbulo del Valle afirma: “En el anhelo de progreso - anhelo legítimo de ver desenvolverse la riqueza de nuestro país - hemos ido acaso demasiado lejos en la concesión de ferrocarriles y en las garantías que hemos acordado a esas concesiones durante este año parlamentario”. Denuncia también el negocio de las concesiones ferroviarias cuando afirma: “Porque es necesario decir la verdad., no son los capitales extranjeros, sino los negociantes de concesiones los que vienen a solicitar garantías para hacer fácil fortuna, obteniendo una concesión del Congreso argentino para ir en seguida a negociarla en Europa y hacer fortuna con el crédito de la NaciónY con voz severa apunta: “ya se ha gravado de tal manera al país que se ha comprometido su crédito y su progreso futuro”.

Pero las compañías inglesas ferroviarias no sólo mantienen bajo su capital invertido, sino extremadamente altos los fletes y pasajes. La práctica de aumentar frecuentemente, hasta cada semana, las tarifas, despierta fuertes críticas por parte del público. El mismo Juárez Celman denuncia que las tarifas de las compañías son “criminales e inicuas exacciones
.

No obstante, el Presidente, en su mensaje de 1887, sostiene: “Pienso vender todas las obras públicas, reproductivas, para pagar con ese oro nuestra deuda, porque estoy convencido de que el Estado es el peor de los administradores”. Y en el mismo mensaje anuncia la enajenación del Ferrocarril Andino. Posteriormente se venden el Central Norte y el Ferrocarril Oeste. Las tarifas de este último eran inferiores en un 50 % a las de todos los ferrocarriles particulares y aun así daba rendimientos anuales de hasta 9,32 %.

Mientras en 1885 el 45 % del capital invertido en ferrocarriles pertenecía al Estado, en 1890 sólo el 10 % de ese mismo total corresponde a empresas estatales.

LA REFORMA BANCARIA

A fines del siglo XIX el desarrollo capitalista argentino urge la modernización del sistema bancario y una Mayor disponibilidad de circulante para activar la industria y el comercio.

En 1887 el Poder Ejecutivo envía al Congreso un proyecto de ley que reforma el sistema bancario y propone la creación de los Bancos Garantidos.

Al auspiciar la fundación de los Bancos Garantidos, Juárez Celman intenta una política bancaria basada en el respaldo oro de la moneda, que relacione en forma ajustada el volumen de billetes de banco y de los créditos, con la existencia de oro de los bancos. Dos son sus objetivos: uno, proveer al país de Mayor circulante; el otro, atraer al país mayores cantidades de oro.

Se necesita mayor cantidad de oro pues el desarrollo económico se viene operando en gran medida sobre la base de las inversiones extranjeras. La gran demanda de productos de importación, bienes de capital y artículos de uso y consumo diario, no se compensan con la producción exportable, que aún es reducida. Al déficit del comercio exterior hay que sumarle los compromisos de pago en el exterior determinados por la deuda pública y las garantías en oro a los capitales invertidos, sobre todo en ferrocarriles. Todo ello determina un gran déficit en la balanza comercial que se cubre con nuevos empréstitos.

Octubre 1887. El Senado discute el proyecto en amplio debate, que se prolonga durante varias sesiones; finalmente se aprueba. De acuerdo con la reforma propuesta por el Poder Ejecutivo, cualquier persona o sociedad puede fundar un banco. Se requiere un capital mínimo autorizado de 250.000 pesos oro. Estos títulos se depositan en las oficinas de gobierno y éstas entregan billetes de banco, moneda papel, por la misma cantidad.

En el debate interviene repetidas veces el senador del Valle. Pide que la ley exija que el banco establezca no sólo el capital autorizado sino también el capital realizado, de modo de evitar que se emitan billetes sobre un capital inexistente. Le preocupa que la ley prevea e impida el fraude, es decir la emisión sin garantía oro correspondiente. A pesar de estas tres años más tarde el mismo del Valle hará en el Senado la denuncia de las emisiones clandestinas.

Interesa también al Senador que se establézcala Mayor cantidad posible de bancos, de modo que cada provincia o ciudad importante pueda tener el suyo.

Aprobada la ley, el sistema bancario y las emisiones de moneda papel reciben gran impulso. La circulación aumenta dé 117.153.951 pesos papel, en 1886, a 353.762.141 pesos papel, en 1890. Pero el capital extranjero se muestra muy poco interesado en este tipo de inversión. Así, la esperanza del gobierno de obtener por este medio importantes ingresos en oro se disipa.

Las obligaciones del Estado en oro y libras esterlinas aumentan con rapidez; la cantidad de oro y libras que puede adquirir con el papel moneda recaudado en las aduanas cada vez declina más. En 1889 el costo de la conversión de papel a oro aumenta las obligaciones del gobierno respecto de sus acreedores en alrededor del 45 %. Se impone una reforma en el sistema; pero los sectores exportadores, que son los que tienen más influencia en la comunidad, impiden un cambio.

El aumento del oro significa un mayor ingreso en papel para los que venden sus productos en el exterior, pero una desventaja para los asalariados que consumen los productos de importación, ya que éstos aumentan sensiblemente su precio. También las continuas emisiones de papel moneda provocan la desvalorización del dinero circulante y la calda del poder adquisitivo de los salarlos y sueldos. La clase obrera se agita, y en1888 los ferroviarios de los talleres Sola, en las inmediaciones de la estación Constitución, se declaran en huelga para obtener el pago de los salarios en oro. El movimiento fracasa; pero al año siguiente vuelven a manifestar su disconformidad y la empresa del Ferrocarril Sud accede a las reclamaciones adoptando un sistema móvil de salarios.

Al mismo tiempo que las huelgas obreras, se inician los movimientos de los colonos de Esperanza, en la provincia de Santa Fe. Los agricultores reclaman el pago de los cereales en oro y quieren estar representados en la administración de los municipios y -en la justicia de paz comunal.

LA INDUSTRIA FRIGORIFICO

En 1886 ya se ha producido un cambio cualitativo en la producción agropecuaria del país. Finaliza el ciclo de la lana como principal elemento de la economía y, aunque continúa siendo en este período el rubro más importante de exportación, la agricultura pasa a ocupar el lugar más destacado. Con la aparición del frigorífico se inicia en la economía y en la técnica agropecuarias una revolución aún mayor que la que había caracterizado la terminación del cielo del cuero y su extensión al tasajo, y la que había ocurrido en la década de 1850 cuando el tasajo fue virtualmente sustituido por la explotación de la lana. Porque mientras el tasajo había ampliado la magnitud de la explotación sin modificar el tipo de ganado, el frigorífico no anula la explotación de la lana, pero para extenderla a la carne exige una modificación de los ganados ovino y vacuno que utiliza como materia prima.

A partir de 1880 las técnicas de refrigeración para conservación de las carnes y los adelantos obtenidos en la construcción de vapores han hecho posible el traslado de carne congelada de la Argentina a Europa. Aparece el frigorífico. Pero el desarrollo de este tipo de empresa se ve dificultado por el escaso interés de los inversionistas, que no ven en ella un beneficio seguro y, menos aún, inmediato. La congelación se hace fundamentalmente con carne ovina, para lo cual es necesario cruzar el Merino existente con el Lincoln y obtener un animal de más carne.

La industria de la carne congelada da pérdidas. A la dificultad de la escasez de capital y a la necesidad de mejorar el ganado lanar, se suma el hecho de que en Gran Bretaña bajan los precios a medida en que aumenta el volumen de las exportaciones. Para poder continuar con la iniciativa, uno de los frigoríficos, el Nelson, diversifica sus operaciones e inicia la exportación de animales en pie para ser sacrificados en Inglaterra. Otros dos, el Terrason y el Sansinena, resuelven parcialmente la situación abasteciendo al mercado local. En 1887 los frigoríficos The River Plate Presh Meat, Sansinena Hermanos y Nelson & Co., se reúnen para acordar una estrategia comercial: disminuir la producción si un exceso de existencias amenaza con la caída de los precios. Años después estas tres grandes empresas arrendarán las plantas del frigorífico Terrason y lo cerrarán (1898).


Otra solución al problema consiste en agregar carne vacuna a la ovina como materia prima. Pero la congelación de la carne de vaca exige una reorganización casi completa de la Industria ganadera argentina. Y esto requiere, a su vez, que los propietarios de tierras inviertan grandes capitales para cercar sus estancias, sembrar campos de alfalfa y efectuar cruzas de ganado para obtener animales de más carne.

SUBSIDIOS A LA EXPORTACION

Los terratenientes no están muy dispuestos a hacer las inversiones de capital necesarias aunque desean la reforma de la cría de ganado vacuno y, a partir de 1885, la Sociedad Rural, sociedad de propietarios rurales de la provincia de Buenos Aires, encauza sus energías para promoverla. Para ello presiona al gobierno para que se eliminen los impuestos de exportación para la carne congelada y para que se aseguren subsidios oficiales a la carne vacuna congelada.

En 1887 el Congreso aprueba una ley por la que se garantiza el 5 % sobre el capital invertido en establecimientos de refrigeración, siempre que el 20 % de este capital sea argentino. Además, acuerda una prima de exportación de 12 chelines por cabeza de ganado vacuno.

En opinión del encargado de negocios de Gran Bretaña en Buenos Aires, George Jenner, la depreciación del papel moneda es una subvención aún mucho más generosa que se suma a la que paga el gobierno. “Una libra esterlina inglesa -afirma Jenner- cotizada más o menos en 8 pesos papel al cambio actual, puede por así decirlo comprarse con carne que ha costado al vendedor 5 pesos papel. De manera que el exportador está gozando de una prima del 60 %.

Aun así, los accionistas de estas empresas sólo empezarán a recibir beneficios después de 1892. La casa bancaria Tornquist y Compañía se hará cargo de la empresa Sansinena, reorganizándola, y aportando nuevos capitales.

En este período de 1886-1890 el volumen de la exportación de tasajo continúa siendo todavía mayor que el de la carne congelada, tendencia que se mantendrá hasta principios del siglo XX en que la Industria del tasajo entra en rápida disolución.


CEREALES Y LANA

El aumento de la producción de cereales, que consecuentemente se refleja en las cifras de exportación, es en los años 1886-1890 el elemento más significativo de la economía del país. El mayor volumen de la producción de cereales, forrajes y lino cubre las necesidades internas, y los saldos exportables se hacen muy importantes. La demanda creciente de los países europeos hace que la Argentina encuentre mercados dispuestos a absorber sus excedentes en condiciones relativamente favorables. Otro factor que gravita para promover las exportaciones argentinas del momento es la caída de los precios de los fletes marítimos, que se produce como resultado de las mejoras técnicas introducidas en la construcción y funcionamiento de barcos trasatlánticos.

La agricultura, como la ganadería, avanza desde el litoral hacia el interior, a medida en que se extienden las líneas férreas, se incorporan tierras aptas y llegan contingentes inmigratorios que proveen la mano de obra necesaria. El aumento notable de la superficie cultivada se muestra en las cifras del área dedicada a cultivos en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. En la provincia de Buenos Aires este aumento ocurre varios años después; su mayor riqueza continúa siendo la ganadería.

A pesar de la importancia creciente de los cereales, la explotación de la lana es todavía -en este período - el rubro más importante del comercio exterior. En la expansión de la explotación de la lana influye la Conquista del Desierto, que provee nuevas tierras, la expansión del ferrocarril y las facilidades hipotecarias concedidas por los bancos. La inmigración no influye mayormente en esta explotación, ya que se orienta principalmente hacia la zona cerealera.

Un importante estimulo para la producción de lana son los precios internacionales, que muestran un considerable aumento entre 1886 y 1889. También la creciente desvalorización del papel con respecto al oro beneficia a los exportadores, dado que los gastos en papel que demanda la explotación crecen a menor velocidad que el premio oro.

EL "UNICATO EN CORDOBA

En 1888 es Gobernador de Córdoba Ambrosio Olmos, de tendencia roquista, quien se opone a que lo suceda en el mando el hermano del Presidente, Marcos Juárez. El 20 de Marzo se presenta ante la Legislatura provincial el ciudadano Juan G. Roldán, y acusa al Gobernador como autor de graves irregularidades y delitos cometidos en ejercicio de las funciones públicas. La Cámara de Diputados da curso a la acusación, suspende al gobernador en sus funciones y pone en posesión del cargo al Vicegobernador. Juárez Celman firma un decreto, refrendado por el ministro Wilde, por el que nombra en comisión al doctor Luis V. Varela, Presidente de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, para que Investigue lo ocurrido en Córdoba e informe al Poder Ejecutivo. El 21 de Marzo el Senado provincial se constituye en tribunal y forma juicio político a Olmos Este recusa a varios senadores “por tener sociedad y comunidad con gran parte de los acusadores al ser socios de la “asociación político-social y de capital denominada El Panal” poderoso instrumento político de Marcos Juárez. El 14 de Abril el Senado se pronuncia: el gobernador es considerado culpable y exonerado del mando.

Al año siguiente Marcos Juárez es electo gobernador de la provincia. En adelante, Juárez Celman mantiene firme el dominio sobre Córdoba.

REVOLUCION EN MENDOZA

Tiburcio Benegas gobierna Mendoza y muestra reticencias en pronunciarse en favor del Presidente. El periódico Los Andes, en su edición del 23 de Noviembre de 1888, comienza el ataque a Benegas, aupiciando aJuárez Celman como único jefe político. El órgano oficial de Benegas, El Debate, que auspicia la candidatura de Emilio Civit como nuevo gobernador, declara: “En ese sentido, es indudable que el presidente es la primera influencia de la República... Pero no aceptamos esa influencia sobre el pueblo, ni es posible aceptarla razonablemente; la influencia del presidente tiene para nosotros menos significación que la del último ciudadano”.

Días después llega a Mendoza el Senador nacional y ex gobernador de la provincia, Coronel Rufino Ortega, con la misión de organizar el Comité Provincial del P. A. N. Los periódicos Los Andes y El Ferrocarril difunden su acción y la de sus prosélitos.

El sector juarizta organiza una gran manifestación en la que pronuncian discursos varios correligionarios. El comisario Julio Ortíz, tras provocar a los partidarios reunidos, hace disparos contra la casa del Coronel Ortega, repleta de simpatizantes.

Se avecinan las elecciones municipales que se llevarán a cabo el 6 de Enero de 1889. El 4 los beneguistas hacen una gran reunión partidaria, en el Teatro Municipal. Se descuenta su triunfo para las inminentes elecciones. Pero en la madrugada del 6 estalla una revolución. La casa de Benegas es asaltada por gente armada. El ataque es contesta o con disparos de revólver y carabina. Finalmente Benegas se entrega y son tomados presos también Juan E. Serú, Agustín Alvarez y otros.

Conducido al Club del Pueblo y en presencia de numerosa concurrencia, Benegas es obligado a presentar su renuncia.


El 7 la Cámara Legislativa acepta la dimisión y elige en calidad de gobernador interino al doctor Manuel Bermejo.

Mientras esto sucede en Mendoza, el Presidente descansa unos días en su provincia natal. Había delegado el mando en el Vicepresidente Pellegrini, quien en acuerdo de ministros decreta la intervención nacional a la provincia cuyana. Nombra para la misión a Manuel Derqui, y pide a Benegas que solicite él mismo la intervención.

Juárez Celman
 solicita Información de los sucesos al vicepresidente, y éste le contesta que no encuentra otra solución decorosa más que la de la reposición de Tiburcio Benegas, y subraya que él no estuvo de acuerdo cuando en la administración anterior se le otorgó al Presidente la jefatura del partido.

Una transacción permite encontrar la solución. Benegas es repuesto en el mando y renuncia voluntariamente. Tras breves interinatos de Deoclecio García y Domingo Bombal, el gobierno recae en Oseas Guiñazú, amigo personal del presidente de la República, el 9 de Julio de 1889.

La conmoción mendocina tendrá repercusión en el gabinete nacional. El Ministro del Interior, Eduardo Wilde, que sabe del desagrado de Juárez Celman por la reposición de Benegas, presentará su renuncia, que le será aceptada.

"UN CONTRATO RUINOSO"

A mediados de 1887 entra en el Senado un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, auspiciando la enajenación a una empresa extranjera de las obras sanitarias de la ciudad de Buenos Aires. El proyecto propone concretar la operación por un plazo de 45 años y por un monto de 21 millones de pesos oro.

En un primer momento, el Senador Aristóbulo del Valle se limita a presentar otro proyecto que introduce algunas modificaciones al oficial. Pero luego, en las sesiones del 2 y 8 de Julio de 1877, influido por el movimiento popular que encabeza Leandro N. Alem en favor del traspaso de las obras sanitarias al Concejo Municipal, modifica su actitud y se opone enérgicamente a la entrega de éstas al capital privado, afirmando: “La opinión pública ha influido en mi espíritu... en cualquier condición la enajenación sería un contrato ruinoso para la ciudad”. Traza una idea de las perspectivas del progreso de la ciudad de Buenos Aires en las décadas futuras, procurando demostrar que es un absurdo enajenar por medio siglo un servicio vital para el pueblo. Sostiene que después de 15 años de iniciadas las obras no hay razón alguna para entregarlas ahora al capital extranjero. Afirma que el empresario desembolsará 100 millones de pesos y re-embolsará 326.430.000 pesos, obteniendo una ganancia de 226.430.000 pesos oro en 45 años. “Enajenando las obras de salubridad -afirma del Valle- se compromete el destino de las generaciones que nos sucederán.

El Ministro del Interior, Eduardo Wilde, pretende rebatir la posición nacionalista de Aristóbulo del Valle, desarrollando la tesis del filósofo Inglés Spencer de que “todo es preferible a la administración estatal de los servicios públicosContinúa Wilde con el criterio de Spencer que afirma que “es necesario defenderse contra la tendencia socialista que va penetrando en el Estado, aún en el imperio de los gobiernos más liberales
.

Aristóbulo del Valle demuestra la contradicción del ministro y le recuerda que cuando habla ocupado la cartera de Instrucción Pública, había sostenido - contra las órdenes religiosas - el principio de la intervención del Estado en la educación pública. En cuanto a la tesis tan manida de que “el Estado es mal administrador”, del Valle sostiene que “las empresas privadas administran bien en relación a sus intereses, no así cuando administran Intereses ajenos. El criterio de la empresa privada es el lucro, mientras que la del gobierno es su deber”.

Sin embargo la mayoría oficial impone su criterio y vota la ley de enajenación.

LA OPOSICION

Una oposición primero sorda y luego explicita comienza a hacerse sentir en el Parlamento y en la prensa. La promueven en primer término los autonomistas ex republicanos, que no se habían plegado al roquismo, y los católicos. Se agregan a ella los mitristas y muchos hombres del autonomismo que si bien habían acompañado a Roca, como Bernardo de Irigoyen, terminaron por separarse de él porque repudiaban fundamentalmente el Unicato como método para perpetuarse en el poder.

En Febrero de 1889, el ministro del Interior, Eduardo Wilde, presenta su renuncia. Las dificultades económicas que habían comenzado a sentirse en 1888, se acentúan; esto decide al presidente a cambiar al ministro de Hacienda. Traslada a Wenceslao Pacheco al Ministerio del Interior y designa para el de Hacienda al doctor Luis Varela. Nuevo cambio de gabinete en agosto de 1889. El doctor Wenceslao Pacheco vuelve a ocupar la cartera de Hacienda, en la del Interior se nombra al doctor Quirno Costa, hasta ese momento ministro de Relaciones Exteriores, y en esta última se designa al doctor Estanislao S. Zeballos.

Durante este año menudean las reuniones políticas de los dirigentes, para reagrupar a los sectores dispersos. Alem, líder del ala popular del autonomismo, desempeña un papel descollante en esta tarea. En casa deAristóbulo del Valle se hacen reuniones por las tardes, que el oficialismo ridiculiza denominándolas “los martes de lo de Gómez”. Al mismo tiempo, Paul Groussac llama a las figuras de la oposición “políticos en disponibilidad”. Por iniciativa del doctor Manuel Gorostiaga, destacadas personalidades se reúnen en un banquete en el Café de París; participan, entre otros, Bernardo de Irigoyen, Alem, Lucio V. López, del Valle y Emilio Mitre.

Juárez Celman
 percibe la situación y se da cuenta de que el ambiente opositor se torna cada día más denso. Hay que reaccionar, es la consigna, y ordena a sus partidarios: “Lo que hay que hacer son otras comidas que sean el reverso de ésas, para rodear al presidente de la República”. La juventud del oficialismo organiza un banquete el 20 de Agosto al que concurren el Presidente y las más destacadas figuras del gobierno. Uno de los oradores, Lucas Ayarragaray, emplea el término incondicionales al referir su adhesión al Presidente. De allí en más éste será para los opositores el banquete de los incondicionales.

EL MITIN DEL JARDIN FLORIDA

El mismo día, Francisco Barroetaveña recoge el desafío de los jóvenes asistentes al banquete y escribe un artículo que La Nación se apresura a publicar: “Tu Quoque Juventud (Tú también juventud). En tropel al éxito”. En él, Barroetaveña censura severamente al gobierno y a esa juventud que se incorpora para sostenerlo.

Ramón J. Cárcano, entonces candidato de Juárez Celman a la presidencia, manifestará años después: “Tu Quoque resonó como un clarín de guerra. Numerosos jóvenes intelectuales acuden al llamado. Alvear, Gouchón, Torino, Montes de Oca, Ibarguren, Mugica, Arévalo, Le Bretón, Lupo formaban la legión de asalto
.

El movimiento de opinión crece con rapidez. Se designa una comisión con el objeto de que preparen “la celebración de un gran mitin” en el local llamado Jardín Florida (calle Florida entre Córdoba y Paraguay), para el 19 de Septiembre.

Está programado que hablen los doctores Barroetaveña, Manuel A. Montes de oca, Martín A. Torino y Emilio Gouchón; pero ante el pedido de la concurrencia lo hacen también del ValleAlem, Lucio V. López, Delfin Gallo, Torcuato de Alvear y Pedro Goyena.

Entre los puntos de la declaración de principios que lee el secretario de la Junta Ejecutiva, se establece: “1º Constituir en esta capital un centro político bajo la denominación de Unión Cívica de la Juventud”. El 3º sostiene: “Levantar como bandera el libre derecho de sufragio sin intimidación y sin fraude, y condenar toda intervención oficial en los trabajos electorales”. El 7º: “Propender a garantir a las provincias el pleno goce de sus autonomías y a asegurar a todos los habitantes de la República los beneficios del régimen municipal”. El 10º “Invitar a la juventud independiente del resto de la República a constituir centros políticos, de acuerdo con los propósitos que, quedan enunciados”; y por último, el 11º: “Concurrir a un movimiento político general que encarne los altos fines que persigue la juventud independiente”.

El acto colma todas las aspiraciones de los organizadores. En su artículo de fondo del 2 de Septiembre, el periódico El Nacional comenta: “Del acto de ayer se desprende que no es cierto que el pueblo tenga la apatía que se complacen en atribuirle los bien hallados con el actual estado de cosas. Ha bastado que la juventud hiciese su brillante aparición en la vida pública para que el espíritu popular que se creía dormido por los fáciles triunfos materiales, se manifestase triunfante, potente, incontrastable y libre”. Más adelante continúa: “La sala estuvo atestada de gente; en cada palco veinte, cincuenta individuos, las galerías obstruidas por compacta muchedumbre, en el tejadillo de los palcos suspendidos a las vigas del techo, racimos de manifestantes se sostuvieron durante todo el tiempo del acto.”.


El 19 de Septiembre de 1889 queda, pues, constituida la Unión Cívica de la Juventud, primer paso hacía la formación del partido opositor.

El amplio movimiento de opinión, impulsado por la nueva generación, busca su conductor y lo encuentra en Leandro N. Alem. La Unión Cívica de la Juventud se convertirá pronto en la Unión Cívica, vasto movimiento en el que militarán elementos de los más, diversos orígenes políticos: autonomistas, liberales, nacionalistas, católicos.

 

 

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