BIENVENIDOS

11.09.2013 22:13

 

 TRANSITANDO POR LA CUERDA FLOJA 

 

BIENVENIDOS

 

En este blog, encontrarán artículos recuperados de uno anterior con el mismo nombre, que ya no está disponible, porque cerró el servidor en el que se encontraba alojado.

También incluiré artículos actuales, que espero sean de vuestro interés, agradeciéndoles desde ya su visita.

 

 

 

¿QUIEN SOY?

 

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Homero Alcibíades Raceto,

caminando por la cuerda floja,

aunque no sea equilibrista de circo

ni aficionado a deportes extremos.

De AVELLANEDA, ciudad del norte de SANTA FE,

en la REPUBLICA ARGENTINA

 

ALEJANDRA PIZARNIK


  • ALEJANDRA PIZARNIK
  • MADRUGADA 
    Desnudo soñando una noche solar. He yacido días animales. El viento y la lluvia me borraron como a un fuego, como a un poema escrito en un muro.

FRUTA AMARGA


Si la fruta es amarga
no es culpable la tierra
ni es culpable la planta.
Tiene el hombre la culpa
que arrojó la semilla
con las manos amargas.
Yo lo acuso en voz alta:
he vivido en la tierra
y la tierra no es mala.
Yo lo acuso en voz alta:
tuve un árbol hermano
que dejó mi alma blanca.
Yo menciono su culpa
que ahora llamo la nuestra:
somos hombres culpables
de sembrar la semilla
con las manos amargas.


PABLO ALCIDES PILA (1960)

Publicado en 
Pájaros en el Camino, 
recopilación de poemas
de Pablo Alcides Pila, 
recientemente galardonado 
con el premio 
SANTA CLARA DE ASIS 
por su programa radial 
RESCATE POPULAR

MI ULTIMA FLOR

De todas las flores 
bellas que han perfumado 
ninguna con tu fragancia 
ni tu candor, 
por eso es que en mi 
recuerdo has perdurado 
tan fiel como aquel 
entonces, mi última flor. 

Lozana, grácil y esbelta, 
mi flor amada 
en un rincón 
venerado te llevaré, 
presente estarás 
por siempre flor nacarada
que en mi corazón 
amante conservaré. 

Tanto te cuidé con 
dedicación 
y con cuanta unción 
mi amor te brindé, 
mil trovas canté 
con sana emoción 
y en cada canción 
siempre en ti pensé. 

Ahora que no estás 
me siento morir 
mi pobre vivir 
languidece ya 
por siempre serás 
mi ultima flor 
el genuino amor 
que perdurará. 

Lozana, grácil y 
esbelta, mi flor amada 
en un rincón 
venerado te llevaré 
presente estarás 
por siempre flor nacarada 
que en mi corazón 
amante conservaré. 

Tanto te cuidé con 
dedicación 
y con cuanta unción
mi amor te brindé, 
mil trovas canté 
con sana emoción 
y en cada canción 
siempre en ti pensé. 

Ahora que no estás 
me siento morir 
mi pobre vivir 
languidece ya 
por siempre serás 
mi ultima flor 
el genuino amor 
que perdurará.

Autor: Salvador Miqueri

- Avelino Flores 

COSAS QUE PASAN 

 

Nadie salió a despedirme 
cuando me fui de la estancia 
solamente el ovejero, un perro nomás, 
Cosas que pasan. 
El asunto, una zoncera, 
un simple cambio de palabras, 
y el olvido de un mocoso, 
del que puedo ser su tata. 
Y yo que no aguanto pulgas,
a pesar de mi ignorancia, 
ya no mas pedí las cuentas,
sin importarme de nada. 


No hubiera pasado esto, 
si el padre no se marchara, 
pero los patrones mueren, 
y después los hijos mandan.
Y hasta parece mentira, 
pero es cosa señalada, 
que de una sangre pareja, 
salga la cría cambiada. 


Los treinta años al servicio,
pal’ mozo no fueron nada, 
se olvido mil cosas buenas,
por una que salió mala. 
Yo me había aquerenciao,
nunca conocí otra casa, 
que apegado a las costumbres,
me hallaba en aquella estancia. 

Sí hasta parece mentira, 
mocoso sin sombra e’ barba 
que de guricito andaba, 
prendido de mis bombachas.
Por él, le quité a unos teros 
dos pichoncitos, malaya! 
Y otra vez, nunca había bajao un nido,
y por él gatié las ramas.


Cuando ya se hizo muchacho, 
yo le amansé el malacara, 
y se lo entregué de riendas,
pa’ que él solo lo enfrenara.
Tenía un lazo trenzao,
que gané en una domada, 
pal’ santo se lo osequié, 
ya que siempre lo admiraba. 


Y la única vez que El patrón, 
me pegó una levantada,
fue por cargarme las culpas, 
que a él le hubieran sido caras. 
Zonceras, cosas del campo, 
la tranquera mal cerrada, 
y el terneraje e’ plantel, 
que se sale de las casas. 
Y eso, pal’ finao patrón, 
Era cosa delicada.


Y bueno, pa’ que acordarme 
de una época pasada, 
me dije pa’ mis adentros, 
todo eso no vale nada. 


Sin mirarnos, arreglamos, 
metí en el cinto la plata, 
le estiré pa’ despedirme mi mano, 
Pa’ que apretara, 
y me la dejó tendida, 
cosa que yo no esperaba. 
Porque ese mozo no sabe, 
si un día ha de hacerle falta... 

Tranqueando me fui hasta el catre, alcé un atado que dejara, 
y me rumbié pal’ palenque, 
echándome atrás el ala. 
Ensillé, gané el camino,
pegué la ultima mirada 
al monte, al galpón, los bretes, 
el molino, las aguadas, 

De arriba abrí la tranquera, 
eche el pañuelo a la espalda,
por costumbre, prendí un negro, 
talonié mi moro Pampa, 
y ya me largué al galope, 
chiflando como si nada. 


Nadie salió a despedirme 
Cuando me fui de la estancia, 
Solamente el ovejero,
un perro nomás, 
Cosas que pasan. 


Poema de Don Víctor Abel Jiménez
Musica de Jose Larralde 



Mensajes del Alma 



En mi país por año hay 
15 mil chicos que vuelan 
como angelitos con sus 
alas por el buen aire 
con la suerte y la calma 
de no haber conocido nada 

para seguir siendo buenos 
quizás Dios robó esas almas 

Que piensas cuando te 
hablo de todo lo que paso 
viste que todas las 
cosas se saben con el tiempo 
suelto y aún viviendo 
el católico que bendijo 
ya perdió hace mucho 
tiempo su lugar en el cielo 


Todos los días que te 
lleve saber como esto fue 
te servirá para ser en 
otro tiempo algo más libre 


Son las únicas palabras 
que te pido escuchar si no me muero de 
verguenza hoy aca a todos por igual 
alguien nos espera 
y de cualquier 
manera llorarás 


Que dignidad tan grande la 
de creer siempre en la vida 
con solo ver una flor 
brotando entre las ruinas 


Tu canción fue la rueda de 
los días que siguieron 
tu canción fue mas lejos 
que la muerte que te hicieron 
no tengas miedo ya dimos 
la vuelta al espanto 
un viento algo más calmo 
se viene anunciando 


El polvo de estas calles 
pone a santo con represor 
pone al inocente en pena 
y despierta al asesino 
témpano del olvido y 
de nunca decir nada 
cuantas mirandas caídas 
sin ver que es lo que pasa 
ningún dolor se siente 
mientras le toque al vecino 
el que manda a matar 
es para sentirse mas vivo 

Son mensajes del alma 
herida pero bien clara sobre 
lo cobarde toda la verdad 
ángel rubio de la muerte 
de que poco te sirvió 
el himno, Jesús, la bandera, 
y el sol que te vió. 


LEON GIECO

 

 

 

 

  • MILAN KUNDERA

    • MILAN KUNDERA
    • Si cada uno de los instantes

    • de nuestra vida se va a repetir

    • infinitas veces,

    • estamos clavados a la eternidad

    • como Jesucristo a la cruz.

    • La imagen es terrible.

    • En el mundo del eterno retorno

    • descansa sobre cada gesto

    • el peso de una insoportable

    • responsabilidad.

    • Ese es el motivo por el cual

    • Nietzsche llamó a la idea del

    • eterno retorno la carga más pesada.

    • Pero si el eterno retorno es la

    • carga más pesada,

    • entonces nuestras vidas pueden aparecer,

    • sobre ese telón de fondo,

    • en toda su maravillosa levedad.

    • Fragmento de LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER
    •