La Radio

 

 

La Radio

El invento de la radio se relaciona con la telegrafía sin hilos. Partiendo de las experiencias de Henry Hertz, sobre emisión de ondas a partir de chispazo eléctricos (ondas hertzianas), el italiano Guillermo Marconi, logró emitir una señal a través del Canal de la Mancha en 1897. Comienza de esta manera, un medio de comunicación masivo, que en su momento revolucionó al mundo.
La radio nos devuelve al ámbito de la noticia, pues comparte con la prensa y la TV, la posibilidad de facilitar el conocimiento sobre la realidad a través de ella. Aunque en determinados acontecimientos son, hoy por hoy, susceptibles de una retransformación mejor por radio que por TV, ésta suple en la mayoría de las ocasiones las insuficiencias de aquella. No obstante, la radio tiene a su favor, el poder de individualización que comporta. El medio de comunicación familiar que era la radio, ha dejado su lugar a la TV, para ir al encuentro de individuos o grupos no tan institucionales.
En relación con los valores culturales y morales, ocupa un lugar intermedio entre el polo de la realidad y lo serio, y el opuesto, lo que refleja un equilibrio entre información y entretenimiento.
Es un medio esencialmente auditivo, en la jerga audiovisual se la conoce como "audio".
Es un valioso elemento de información y educación, por la rapidez con que se difunde, la economía del servicio y el alcance de su emisión.

Radiodifusión en la argentina
La radiodifusión en general, es parte del campo mediático de producción de bienes culturales integrado por:

  • Propietarios.
  • Administradores.
  • Locutores.
  • Productores.
  • Periodistas.

Todos en su práctica profesional desatan un capital de conocimientos, habilidades, intuiciones y técnicas, que son el resultado de años de acumulación y de préstamos provenientes de la competencia tales como la prensa, la televisión y el cine.
Para lograr una posición legítima, de prestigio, de dominación o de subordinación dentro de este campo, es imprescindible que cada emisora y cada medio de comunicación desaten estrategias de luchas simbólicas de cara a los árbitros del campo que, dada la estructura comunicacional, son los académicos en su papel de críticos y las audiencias que son las legitimadoras del "derecho de decir y de ser escuchados" de las emisoras radiofónicas.
En este sentido, el capital acumulado, los conocimientos y técnicas a través de las cuales se producen bienes radiofónicos ( música, conciertos en vivo, radionovelas, spot, jingles, formatos radiofónicos, etc.) no pueden explicarse únicamente a través de la observación de los lenguajes y las estructuras gramaticales utilizadas, sino del papel que juegan dentro del campo general y las condiciones históricas que permiten su desarrollo.
En Argentina, por ejemplo, la radio ha tenido momentos históricos importantes que permiten el desarrollo de ciertas habilidades, formatos y tipos de audiencia, que podrían clasificarse en:

  • El auge de la música nacional.
  • La coexistencia dramatizada.
  • El "impasse" reproductor de músicas extranjeras.
  • El descubrimiento de la radio informativa.

En el primer de los casos, estamos hablando de los orígenes de la radio comercial en Argentina, de la década de los 20 hasta los 40, que desata la creatividad de músicos, artistas, declamadores, productores, disqueros y locutores, que promueven una cultural nacional media, válida para todo el territorio argentino y buena parte del continente.
A partir de los años 40, y una vez comprobada la sensiblería melodramática, no solo en Argentina sino en todo el continente a través del auge de la industria cinematográfica, la radio como mecanismo de competencia y en sintonía con las audiencias más maduras en las historias reconocibles descubre un capital nuevo: el de los guionistas de radionovelas, efectistas de sonido, musicalizadores, actores radiofónicos que se traducen en bienes radiofónicos diferentes. Coexisten, en consecuencia, los formatos musicales –como los conciertos en vivo, la hora de los aficionados, etc.-, con los dramatizados como las radionovelas, diálogos y cortos.
De los años 60 a principios de los 80, la radio en Argentina fue entrando en un impasse, debido a la fuerza de la televisión y a la falta de proyectos para proyectos para reconvertir su programación y su función social.
El panorama de la radiodifusión argentina se transformó notablemente en la década de los años 80. La competencia mediática había sido trasladada entre radios a entremedios, pues la televisión se llevaba a los artistas y creativos formados en la radio, disminuyendo sus capacidades creativas y las audiencias preferían el consumo de la imagen televisiva, del cine o de discos y revistas, incluso de las nuevas transmisiones de FM, respeto de las tradicionales en AM. 
Las condiciones sociales mostraban tres fenómenos interesantes y convergentes:

  • La creciente profesionalización del campo periodístico, que multiplicaba generaciones de reporteros, periodistas y locutores, cuya inserción laboral no podía limitarse a la prensa.
  • El impulso a programas hablados o informativos provenientes de las emisoras de servicio público como las Radios Universitarias.
  • La transformación de las audiencias que pasaron de ser masas musicales, sensibles a masas ampliamente politizadas y exigentes, de mayor participación cívica.

La radio informativa en Argentina no nació ayer, pero tampoco tiene un capital tan antiguo como el de los orígenes radiofónicos de principios de siglo. Es resultado de determinadas transformaciones en el campo mediático, entre las que podemos resaltar: nuevas necesidades de reconversión programática de cara a la competencia entre radios (AM y FM) y entre medios (prensa, radio, televisión, publicaciones, etc.) 
La emergencia de audiencias más participativas. La formación de periodistas especializados en el medio.
Los formatos informativos, en las últimas dos décadas del siglo cuando se desarrollan ampliamente, representando crecientes porcentajes de la programación en antena. En AM, la información noticiosa y la programación hablada registran el 45 % de las respuestas a una encuesta, con lo cual se demuestra la especialización que la audiencia asigna a cada banda de frecuencia y respecto de las programaciones, la AM tiene un 40 % de su tiempo, no dedicado a la música y donde un 15 % transmite información y un 15 % programación hablada (de servicios y de opinión)
El campo radiofónico tiene actores nuevos, productos simbólicos nuevos y mecanismos de prestigio y legitimación diferentes de cara a sus audiencias.

La Radio Informativa
La radio se ha constituido en el principal generador y formador de opinión pública y se convierte progresivamente en un espacio para la expresión de la diversidad social y política, y además se constituye en el medio de comunicación, por el cual más de la tercera parte de la población se entera de lo que acontece en el país, como en el mundo entero. Esta nueva función social, muy diferente de aquella relacionada con la formación de una cultura de masas de carácter nacional, modifica pues, algunos elementos del juego en el campo de legitimidad con las audiencias y formatos claramente identificables por ambos.
Sus productos son espacios hablados, de participación directa o telefónica de las audiencias; el uso constante de los llamados géneros periodísticos destacando las columnas radiofónicas, los reportajes, las entrevistas, etc. La relación de estos con las audiencias, también desata mecanismos de legitimación muy diferentes de aquellos que desataban los conciertos en vivo, las radionovelas o las parrillas musicales.

La legitimidad de los espacios hablados, tiene que ver directamente con el patrimonio o defensa de la verdad, o con el deseo de y semejanza con la verdad, necesidad de justicia, de denuncia, de respaldo de grandes sectores sociales respecto de las arbitrariedades del gobierno. Es decir, pone de manifiesto la necesidad de ampliar las libertades públicas y defender al individuo respecto del poder social. El derecho a decir y ser escuchados, que subyace a los hábitos de audiencia puede estar cimentado en dos variantes de sentido:

  • Tener la verdad.
  • Tener la valentía para denunciarla y decirla.

¿Quién tiene, entonces, el patrimonio de la verdad y la valentía? Parecen preguntarse todos los días periodistas radiofónicos de cara a sus audiencias y a los otros medios.
Las estrategias para demostrar la verdad y la valentía, como efectos de sentido, son diferentes según la madurez del campo comunicativo, las exigencias de las audiencias, la competencia entre comunicadores y las capacidades para el juego.
En el campo periodístico, el mito de la objetividad nace con la consolidación de la relación entre la prensa, publicidad y el desarrollo de la prensa como negocio, enarbolando como máximo valor de cambio la "independencia" respecto de los hechos políticos.

Uno de los elementos de control de la "credibilidad de la verdad periodística" es la separación entre los géneros de opinión y los informativos que generan sus efectos de sentido, mediante técnicas de redacción específicas como: la eliminación de adjetivos y predominancia de verbos y nombres, la descripción de los hechos mediante preguntas básicas de observación incuestionables, la verificación de fuentes informativas, etc. Es decir, la construcción del hecho y de la opinión supone la existencia de gramáticas y estructuras especiales, que deben ser compartidas por los productores y por los reproductores.

6. Los géneros informativos de la radio

En el campo comunicativo, hay una lógica flexible de funcionamiento orientada por las determinaciones de los códigos que manejan la radio, la prensa, la televisión y recientemente los lenguajes multimedia, la acumulación poco sistemática de conocimientos durante una historia relativamente corta, y ciertas relaciones de re-producción que ponen el centro del valor competido en grandes núcleos de audiencia.

El discurso radiofónico y su lenguaje formado por: voces, entonaciones, silencios, música, etc., así como las mezclas posibles, se caracterizan, a diferencia de los signos lingüísticos, en su naturaleza analógica, ya que es más difícil determinar las lejanías entre el signo y su significado si reparamos, por ejemplo, en los sonidos de una ambulancia o del auricular telefónico. Estos signos tienen un gran parecido con la realidad. Como en la televisión, lo que sucede en la radio es, que de entrada, verdad. No es una recreación fría y distante, como la prensa, sino que percibimos personas de carne y hueso que cantan, hablan, se equivocan, están ahí y nosotros estamos en contacto con ellos, creyéndoles en toda la realidad que les da el habla directa y viva. Creerles, depende simplemente de su capacidad de mostrarse de manera emotiva y auténtica; calurosa y personal. Los formatos radiofónicos tienen necesidad de diferenciarse y ganar independencia respecto de los hechos y opiniones como, la prensa para ser creíbles. La pregunta es¿ puede conseguir los mismos niveles de credibilidad que los de la prensa sin recurrir a los estereotipos periodísticos?
Quienes deciden estas preguntas, son las audiencias. Vivas y diferentes como las voces de la radio, las audiencias amplias están formadas por personas de muy diversos niveles socio-económicos, pero que comparten las preocupaciones de la ciudad contemporánea; el aislamiento, la necesidad de conversación en medio de las tareas rutinarias de la vida. En este sentido, los factores de credibilidad mayor, se derivan de la particularidad del discurso radiofónico, de la cercanía afectiva y no de los prototipos. En consecuencia, aparecen mezclados en productos más híbridos aún y sólo reconocidos por su efecto general de sentido: nos mantiene informados, son noticiosos, etc., sin reconocer especificidad en formatos, que en otros lugares son diferenciados. La radiodifusión argentina ha aumentado en los últimos años sus programas informativos y esto supone un despliegue de personas, capitales, habilidades y formatos que deben ser construidos todos los días por sus productores y, al mismo tiempo, poder ser escuchados por las audiencias en un proceso de competencia legitimadora.

No existen definiciones válidas en los textos académicos sobre la redacción y los géneros periodísticos, sin embargo la tradición ha impuesto dos grandes divisiones:

  • El periodismo informativo.
  • El periodismo de opinión.

Los franceses llaman al primero," periodismo de razón" y al otro, "periodismo de emoción". Las distinciones son evidentes, a tal grado, que los hechos son sagrados y el comentario libre, los artículos de fondo no son noticias, sino lo que la radio o la prensa piensa sobre la noticia. Las ideas sobre estos hechos son del carácter del sentido común, con muy bajo nivel de sistematicidad y diferenciación, como lo demuestran los manuales que incorporan a estas dos tendencias de práctica periodística, un catálogo de formas informativas y formas de opinión, siendo las primeras, las noticias, las entrevistas informativas, mientras que las segundas son columnas, comentarios, crónicas, reportajes, artículos, etc. Algunos de los elementos que frecuentemente se utilizan para la caracterización gramatical y sintáctica son las siguientes:

  • Intencionalidad del autor.
  • Estructura gramatical y sintáctica.
  • Posición respecto de los hechos.

Estas a su vez se dividen en:

  • Reportaje.
  • Columna
  • Entrevista
  • Crónica

El reportaje:
Tiene mayor libertad expositiva que la noticia, pero condicionado a su obligación de informar. El gran reportaje debe ser de alto vuelo literario; los protagonistas son los hechos, sus antecedentes y consecuencias. No son del autor, es más importante el contenido que quién lo escribió. Se detectan con un "buen ojo clínico".
Con narrativa descendente, comienzo atractivo, desarrollo interesante y final concreto. Se refleja el mundo externo, aunque puede reflejar el interno – el inconsciente-, para lo cual hay que darle tono informativo a las vivencias. Su propósito debe ser el de informar con detalle y con amplitud. Se impone en el reportaje estándar: la pirámide invertida, titulación atractiva. Con un guión de investigación científico, observación, reflexión y objetividad.

Crónica:
Es libre, sometida al mandato de la noticia, lo objetivo y lo subjetivo se complementan, con estilo indirecto. La crónica participa del reportaje por los hechos y del artículo por el juicio personal del cronista. Es una forma informativo-narrativa, donde el cronista es un intérprete, interesa su breve juicio de las cosas: la anécdota tiene gran valor. El autor de la crónica es muy importante, es individualista. Debe ver de la noticia, lo que no ve el reportero, ya que ve los hechos desde su " más acá". Nos da hechos asimilados y digeridos. La técnica de la crónica es la del cronista: la anécdota, con frases corta y el párrafo breve, con un rico vocabulario, trabajado, metafórico y personal.

La entrevista:
El objetivo de los entrevistadores es conseguir con sus preguntas: el diálogo, la anécdota, la confidencia, la explicación o la información. Este formato permite tener, desde un presidente hasta un trabajador, reunir lo prosaico con lo poético.

La columna:
Representa el formato periodístico por excelencia del periodismo de ideas, crítico y de muy buena calidad literaria. Es el género que analiza, interpreta y orienta al público sobre un determinado tema ó suceso, con extensión y ubicación concretas en un medio determinado.
Sus características son: la responsabilidad, libertad, juicio personal, intencionalidad reflexiva. En su extensión moderada reside en parte, el éxito que ha tenido en años. Además su lenguaje ameno, sencillo y sugerente, provoca cierta facilidad al ser escuchado y por lo tanto, un aumento significativo del número de receptores.
La columna tiene un valor informativo y también de opinión; la actualidad y la relevancia de los contenidos son siempre llamativos y atrayentes. El columnista es 
Crítico, agudo, inteligente, buen observador, divertido e irónico para expresarse con corrección, autoridad, orden y seriedad.

Noticieros radiales:
Las características de la radio, permiten una actualización veloz y casi al instante que, permite enterarse a través de éste medio, las noticias más fresca. La radio informativa en Argentina, muestra experiencias comunicacionales en donde las distancias entre la prensa y la radio se acortan con un aumento de la ventaja competitiva de la última, al diseñar formatos que sean capaces de ofrecer la información más actual y también de generar opiniones y análisis de profundidad, iguales a los que pueden leerse en los diarios. Algunos noticieros nacionales y locales duran entre 1 y 2 horas, tienen flash informativos permanente, segmentos dedicados al análisis profundo de las noticias y a su adecuada contextualización; tienen un lenguaje más vivo que une su credibilidad al de la persona que habla, que ríe y problematiza con énfasis la emisión de las palabras.
El tratamiento informativo en la radio supone ajustes en sus políticas para lograr su reposicionamiento frente a las nuevas tecnologías y sus ofertas programáticas, tales como la TV por cable y las transmisiones vía satélites. En contraposición con éstos medios que se encargan de poner cerca, lo que esencialmente está lejos, la radio ofrece como ventaja competitiva su cercanía con los oyentes y con la realidad nacional. Los noticieros radiales se caracterizan por contar con amplios recursos financieros y profesionales, que les permiten un gran despliegue tecnológico que incluye: móviles con reporteros, helicópteros, despachos informativos desde diversos puntos del país vía teléfono ó vía satélite. Sus esquemas dependen del tipo de audiencia a la que se dirigen, cuyas entrevistas son tanto ó más profundas que las publicadas en la prensa, como por ejemplo: los programas matutinos de Miguel Clariá Olmedo y Rene Baco en Córdoba.

Estos dos noticieros reúnen diversos géneros, como la noticia, el comentario, la entrevista, el despacho informativo, la columna, cuya combinación estructural produce una matriz capaz de generar, la ilusión de la verdad tan necesaria para la credibilidad periodística. Estos noticieros despliegan diversos géneros informativos y de opinión, sin deslindar nunca entre la noticia y el comentario, llegando incluso a explicar la información de modo que sea más accesible y viva para la audiencia. Estos informativos son los más escuchados en la provincia, por la seriedad de ambos conductores y por la capacidad intelectual de los mismos. Nos atrevemos a concluir que son dos noticieros tienen firma, como en los periódicos. La credibilidad que gozan se debe también a la capacidad que poseen ambos conductores de decir, analizar, involucrarse en los hechos informativos, en su forma particular de construir la verdad, defenderla, enjuiciarla, contrastarla y oponerla a la mentira, utilizando recursos sonoros, literarios y expositivos, dándole presencia y credibilidad a ambos periodistas.

La Radio En Córdoba
Hábitos de consumo:
El creciente desarrollo de la radiodifusión en frecuencia modulada que se viene dando desde hace algunos años en nuestra ciudad, ha determinado una considerable modificación de los hábitos de consumo en éste campo.
Según una encuentra realizada por la Escuela de Ciencias de la Información, de la Universidad de Córdoba, solo un 17 % de los oyentes de radio, no tienen preferencia especial por ninguna emisora, hecho que contrasta con lo que ocurría en el caso de los canales de televisión. La música es el principal aspecto para preferir determinada radio; pero también tiene peso significativo el conjunto de la programación, la información que difunde y la calidad de los conductores de los programas.

En el caso de las emisoras de FM, es significativamente alto el porcentaje de oyentes que no menciona ningún programa en particular.
En cuanto al modo de nombrar programas, existen diferencias sustanciales. En las AM, los programas ómnibus concentran más de la mitad de sus oyentes. En las FM, en cambio, los programas más escuchados son los musicales.
En el público de la mañana, el tiempo radiofónico por excelencia, lo escucha un 63 % de la población. En cambio ,las audiencias vespertinas y nocturnas son casi el reverso de la anterior. Cerca de la mitad de ellas son escuchadas por adolescentes y jóvenes, predominando en consecuencia los estudiantes. Durante el resto de la jornada no se producen mayores variaciones con respeto a la tarde y la noche. 
El sexo es una variable que marcaba con nitidez el comportamiento horario, frente a la televisión, no ocurre lo mismo en el caso de la radio. La edad establece en cambio mayores diferencias aunque el predominio de la audiencia matutina es notable.
El consumo exclusivo de emisoras AM crece con los años, y el de las FM decrece a medida que ellas aumentan.

Entrevista a un comunicador social
Rodolfo Ferrazano, periodista, director de las Radios FM: "La Roca", 97.5 mhz. , y de la Radio 93.1mhz. , Conductor del programa "Imagen Empresaria", Canal 2, Córdoba.
-¿Cómo periodista experimentado, para usted, la radio es un medio masivo de expresión que refleja a la sociedad actual?
_ Sí por supuesto, ya que como todo Medio de Comunicación, se nutre de los productos que genera la propia sociedad. Tanto en el aspecto musical en todas sus variantes, como en la información y en la opinión periodística.
En Córdoba en particular, tenemos la suerte de tener una variedad interesante de radios de FM, que en los últimos años se han especializado en un género musical determinado, música popular, clásica, rock and roll, que tienen programas de opinión que son el espejo de la sociedad.
-¿ Considera que es un medio de expresión que difunde cultura?
-La radio entre unos de sus valores fundamentales de difusión, se proyecta a través de la cultura. Aquí tendríamos que realizar, un análisis desde el aspecto de la penetración cultural de los MDC, en una sociedad, en éste caso la cordobesa y los mecanismos de defensa que ésta proyecta a través de los medios. Es por ello que tenemos radios por las cuales, escuchamos música en inglés y que por su constancia han influido, por un proceso de acumulación cultural, en varias generaciones. Esto demuestra, que muchos de nosotros y especialmente los jóvenes, escuchen un tema en inglés sin importarle el contenido de su letra, pero acentuando su gusto en el ritmo. Este es un claro ejemplo de la penetración cultural, dejando de lado los valores autóctonos; por eso es importante que la cultura local se difunda como se hace por los medio locales.
-¿Los Comunicadores Sociales influyen políticamente en la sociedad?
-Todo Comunicador influye, en mayor o menor medida, en la sociedad en la cual desarrolla su tarea. En el caso de Córdoba,
esto se puede ver en comunicadores como: Mario Pereyra, o el Lagarto Guizzardi, ambos realizan la misma tarea en radios locales, pero con una marcada diferencia de opinión, el primero deja de lado el compromiso político-social y apunta el contenido comunicacional, a entretener en forma liviana a los estratos sociales populares de la sociedad, priorizando lo vulgar por sobre el aspecto intelectual o cultural. De esta manera se nivela hacia abajo el mensaje social.
En tanto que el Lagarto, apela a un producto que necesita de una elaboración periodística más acabada. Por ello sus comentarios son puntuales y no generales en lo referido a la política y la economía y a todo tema que aqueje a la sociedad cordobesa. Concluimos en indicar que para una mayor definición de la pregunta, deberíamos desarrollar un estudio más profundo de la influencia de los Medios, comparativamente con el estudio de sicología social, pero esto apunta a un nivel de respuesta mucho más acabada, que podría realizarse en otra oportunidad.
-¿ Los Medios de Comunicación en general, y la radio en particular son un factor de poder?
- El poder en una sociedad se divide en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pero no en vano a los medios en general, se los denomina el "cuarto poder". Esta frase refleja una realidad ineludible, la influencia que tienen en la sociedad. Decir que ó como sucederán los acontecimientos políticos y económicos ante millones de oyentes, influir en el gusto de las personas, en que ropa tienen que usar ó que partido deben votar es una decisión que pasa a través de los medios de comunicación. Un ejemplo típico de la utilización y la influencia de los medios como factor de poder, es el caso del Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que llegó a ser elegido dos veces en ese cargo; entre otras cosas por ser propietario de grandes cadenas de TV, diarios y potentes emisoras de radio en Italia. Este es un claro ejemplo de lo que estamos hablando.
-¿Cuáles son sus objetivos como Comunicador Social?
-Los comunicadores sociales deben dejar de lado sus convicciones políticas personales, ya que la línea periodística, de opinión o de información la deciden los propietarios de los distintos medios, que lamentablemente se guían por decisiones financieras y no por objetivos sociales. Es por ello, que grandes comunicadores sociales terminan siendo sólo empleados, que deben obedecer una línea determinada ideológica, bajada por los dueños de ese medio. En mi caso personal he preferido siempre de acuerdo a mis convicciones, ser propietario de un medio, para que de ésta manera, poder plasmar mis ideas sinceramente que son en definitiva, la lucha por la libertad individual por sobre los valores decadentes del Capitalismo salvaje.
-Sr. Ferrazano, le agradecemos la gentileza por cedernos estos minutos de su tiempo, muchas gracias.
-A sido un gusto, cuando necesiten estoy a su disposición.

7. Conclusión

Hablar de la Radio de la década del 90 es reseñar la radio de hoy, la de todos los días. 
¿Podemos llamarla "historia" cuando está al alcance de cualquier oído o a expensas del giro de cualquier dial?.
La Radio de los tiempos que corren ni siquiera se plantea competir con la Televisión, por que aseguró y afirmó sus espacios propios: es radio con textura para mirar lo que sucede. La Radio de los 90 es también la de un ritmo noticiosos que no decae en las 24 horas, una radio también preparada para mentes en fuga permanente: radio de cosas cortas y separadores musicales, radio de sensaciones tumultuosas y zapping. Para escuchar en la calle con el walkman, en el auto, como si uno estuviera en una burbuja y alguien nos hablara personalmente, a cada uno, en el oído. La radio se hizo grande- pero también atravesó penurias graves- en los tiempos en que una palabra valía por mil imágenes. Ahora una imagen vale más que mil palabras, la radio en la Argentina ha conseguido una hazaña: después de cumplir 81 años al aire, a sus palabras no se las lleva el viento.
Consiguió conservar su antiguo y consagrado envase cómplice e imaginativo y alcanzó un nuevo modo de ser masiva, sugerente y compañera.
A lo largo de la historia, los medios de comunicación han ido avanzando en paralelo con la creciente capacidad de los pueblos para configurar su mundo físico y con su creciente grado de interdependencia. La revolución de las telecomunicaciones y de la transmisión de datos, y en éste caso de la Radio, ha empujado al mundo hacia el concepto de "aldea global". Los efectos de estos nuevos medios de comunicación sobre la sociedad han sido muy estudiados. Hay quienes sostienen que los medios de comunicación tienden a reforzar los puntos de vista personales más que a modificarlos, y otros creen que, según quién los controle, pueden modificar decisivamente la opinión política de la audiencia. En cualquier caso, ha quedado demostrado que los medios de comunicación influyen a largo plazo, de forma sutil pero decisiva, sobre los puntos de vista y el criterio de la audiencia.

8. Bibliografía

  • "Gissela Echeverría"-Pensar la Radio desde la Educomunicación- www.rusfq.com/ciudadanía.
  • " Osacr Landi" -La Radio como Medio Integrador"- www.arcride.edu.ar-
  • " Juan Pontón"-Influencia de los Medios de Comunicación de Masas- www.monografías.com
  • Apuntes para el Estudio de la Radiodifusión Informativa-www.ull.es.publicaciones.latina.a
  • "María Cristina Mata"-Públicos y Consumos Culturales en Córdoba. -Editorial Espasa Calpe
  • "Marta Merkin- Juan José Paño-Gabriela Tijman-Carlos Ulanovsky"-Días de Radio-Historia de la Radio Argentina- Editorial Espasa Calpe.

 

 

 

Trabajo enviado por:
Saba

sercha@sinectis.com.ar

Publicado en https://www.monografias.com

 

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