SUS OJOS SE CERRARON
SUS OJOS SE CERRARON
Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando.
Su boca, que era mía, ya no me besa más.
Se apagaron los ecos de su reír sonoro
y es cruel este silencio, que me hace tanto mal.
Fue mía la piadosa dulzura de sus manos
que dieron a mis penas caricias de bondad.
Y ahora, que la evoco hundido en mi quebranto,
las lagrimas trenzadas se niegan a brotar
y no tengo el consuelo de poder llorar.
¿Por qué sus alas, tan cruel, quemó la vida ?
¿ Por qué esta mueca siniestra de la suerte?
Quise abrigarla y más pudo la muerte...
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida...!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
con su limosna de alivio a mi consuelo;
todo es mentira, mentira ese lamento,
hoy esta solo mi corazón...
-
Como perros de presa, las penas traicioneras
celando su cariño galopaban detrás;
y escondida en las aguas de su mirada buena,
la muerte agazapada marcaba su compás.
En vano yo alentaba, febril, una esperanza
-
clavo en mi carne viva sus garras el dolor...
Y mientras, en las calles, en loca algarabía
el carnaval del mundo gozaba y se reía,
¡Burlándose, el destino me robó su amor!
¿Por qué sus alas, tan cruel, quemó la vida ?
¿ Por qué esta mueca siniestra de la suerte?
Quise abrigarla y más pudo la muerte...
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida...!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
con su limosna de alivio a mi consuelo;
todo es mentira, mentira ese lamento,
hoy esta solo mi corazón...
Letra: Alfredo Le Pera Música: Carlos Gardel.
Año: 1935