COREANOS

 

 

INMIGRANTES



COREANOS Y CHINOS   



 

En 1965, arribaron grupos coreanos y chinos.


En la década del ochenta los primeros participaron de una operatoria que fomentaba el ingreso de inmigrantes con capital. Hoy son 40.000, si bien su llegada declinó a partir de 1989.


El primer grupo era más pobre y, como todos, los inmigrantes tuvieron que dedicarse a tareas no queridas por los nativos y mal pagas: fueron mozos, lavacopas, lustrabotas.


Primero habitaron en una villa en el barrio porteño de Flores, erradicada compulsivamente por el gobierno militar. Entonces, adquirieron o alquilaron locales y casas en el mismo barrio, creando el Barrio Coreano o Koreatown.


Convivieron en el Once y Caballito con los comerciantes judíos sefardíes, que desde 1910 practicaban el comercio y la confección textil. Pronto aprendieron el oficio, y comenzaron a crecer en el rubro, renovándolo con nueva maquinaria y un sistema de trabajo intensivo basado en mano de obra familiar. Esa laboriosidad extrema era la misma que los pioneros judíos tenían al iniciar su camino del inmigrante, cuando trabajaban todo el día y dormían en el taller.


No obstante, la crítica a los nuevos competidores parecía calcada de los reclamos antijaponeses de los treinta: trabajo abusivo e inhumano, desprecio por las conquistas sociales, etc.


La laboriosidad y la autoexplotación eran vistas como defectos. Aparte, los judíos decían ser más argentinos, integrados al país. Los coreanos, a su vez, respondieron alegando que los judíos no trabajaban, solo hacían números, y que si ellos adoptaron formas ilegales de explotación (trabajo en negro, jornadas abusivas) fue porque lo aprendieron de sus críticos.


En todas las épocas el recién llegado siempre debió pagar derecho de piso y respondió al prejuicio con el prejuicio.


Los hijos de los coreanos ya asisten a nuestras escuelas. Sus padres aprecian mucho las oportunidades educativas existentes aquí, muy escasas en su patria.


Es probable que en poco tiempo una nueva generación de criollos de ojos rasgados aporte ejemplos útiles en la lucha contra la discriminación, y su comunidad sea tan respetada como lo es hoy la japonesa.


Las corrientes de inmigraciones más importantes fueron la de 1869, 1895, 1914, 1947. Y sin tener en cuenta la inmigración anterior a 1857, podemos afirmar que ingresaron en el país hasta 1940 unas 3.800.000 personas. 


Nuestra inmigración comprende las siguientes épocas: 1º colonial: se debió al régimen monopolista implantado por España; 2º de la emancipación: durante este período se manifiesta en España una reacción contra los sistemas impuestos, Rivadavia se preocupa por la atracción y arraigo del extranjero; 3º del gobierno de Rosas; 4º constitucional.



Del sitio: https://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/Campos-Estancias/Inmigran.htm

 

ARGENTINA: TIERRA DE ESPERANZA