LOS TRENTINOS

 

 

 

LOS TRENTINOS
 

Extraído del libro "LA COLONIA NACIONAL PTE.AVELLANEDA Y SU TIEMPO" lra. Parte, del Doctor Manuel I. Cracogna

 

Antes de tratar el tema referido a este pueblo, creemos oportuno un breve preliminar sobre el particular.

Siempre se ha sostenido que Italia fue la nación que en tiempos pasados suministró y distribuyó por todo el mundo el mayor número de emigrantes. Sabemos de los motivos de estos traslados, de los que no eran ajenos también los peligros y temores de frecuentes guerras internacionales, invasiones y luchas internas por el despertar violento de masas indigentes, sedientas de justicia, en las pasiones en pugna por la participación popular frente al absolutismo y la conquista y consolidación de la unidad nacional.

Ese abandono premioso del solar patrio, significó para la península, según opiniones, un alivio de la presión demográfica por superpoblación con sus problemas conexos, mientras favoreció con excelentes valores humanos para el trabajo, sobre todo a las jóvenes naciones americanas.

Por sujeción a pactos, alianzas o tratados entre las potencias de la época el mapa político  de Europa soportaba frecuentes modificaciones en los límites territoriales.

Para el tema que nos concierne, cabe recordar las convulsiones que provocaba la presencia y las ambiciones de Napoleón frente a los estados ligados en coalición para derrotarlo.

Pocos días antes del derrumbe de su poder en Waterloo, convocóse una reunión cumbre de naciones europeas. En este Congreso de Viena, de 1815, dirigido por el canciller Metternich, fueron satisfechas las pretensiones de los poderosos con una arbitraria distribución de territorios.

Por la cesión de Bélgica, Austria fue compensada con tierras al pie de los Alpes. Con ese arreglo, Italia sufrió el desmembramiento de Lombardía y Venecia. Y así, la milenaria Trento, entre sus valles y montañas quedó bajo el dominio austriaco.

A modo ilustrativo, digamos que Trento y su hermosa región a orillas del Adigio tenían vida desde la ocupación de los romanos, de lo que era la Galia Cisalpina. Y consta, por una antigua placa del año 46 d.C. que el emperador Claudio llamó a Trento "próspero municipio".

Resultó singularmente famosa la ciudad, desde que allí se  realizó el gran concilio ecuménico, entre 1545 y 1563, que impuso reformas en la Iglesia Católica.

Hoy constituye el centro de la "Región Trentino-Alto Adige", con una superficie de 6.200 Km2, habitada por una población laboriosa que con su lengua -si bien el italiano es el oficial- sus usos y costumbres, conforman una particular característica étnica.

Al finalizar la primera guerra mundial (1914-1918), toda la zona del Trentino - que los italianos consideraban la "terra irredenta"-, con la derrota del imperio austro-húngaro, quedó incorporada al entonces reino de Italia, lo mismo que Trieste y su región, el NE del "Friuli Venezia-Giulia".

Refiriéndonos a la inmigración trentina hacia América del Sur, según una interesante publicación, sabemos que se inició en 1870 con la llegada al Brasil de cuarenta familias, atraídas por las facilidades que se otorgaban, con lo cual se dió origen al primer asiento que fue Bento Goncalvez, en el estado de Río Grande do Sul, siguiendo pocos años después Nova Trento, en Santa Catalina.

ES ESTA REGION DE BRASIL. VECINA AL CENTRO TURÍSTICO  DE CAMBORIU  DONDE LAS POBLACIONES DE RIOS DOS CEDROS, RODEJO Y ASCURA, JUNTO CON NOVA TRENTO, CONSTITUIDAS TODAS ELLAS POR DESCENDIENTES DE LOS TRENTINOS, CELEBRARON EL CENTENARIO DE ESA EMIGRACION Y HONRARON LA TIERRA DE SUS MAYORES CON LA VISITA DE UNA DELEGACION A LA PATRIA DE ORIGEN.

Posteriormente, la emigración trentina se orientó hacia la República Argentina. Por obra de los agentes competentes, en las esferas oficiales se tenía concepto sobre las condiciones, méritos y virtudes de los pueblos hacia los que se debía dirigir el interés del país para lograr la captación de voluntades para el reclutamiento de familias, destinadas a nuestras colonias.

Sobre este aspecto, cabe hacer notar la opinión que mereció al Comisario General de Inmigración, D. Juan Dillon y que transmitió al Ministro del Interior, Dr. Simón de Iriondo, en nota del 18 de noviembre de 1875, ya entonces, la condición de los trentinos. Sobre ellos expresó: "Los habitantes del Tirol constituyen una raza fuerte y vigorosa, dispuesta a emigrar, y que conviene dirigir a nuestro país..". Seguidamente proponía a D. Pablo Stampa  "empleado de esta repartición para cónsul y agente de inmigración en el Tirol".

El 27 de noviembre de 1875, Avellaneda firmó el decreto junto con Iriondo, designando a  P. Stampa como Cónsul Comisionado para reclutar 50 familias para la colonia Libertad (Chajarí) en Entre Ríos. Sin tener plena seguridad, es probable que esa familias debían ser del Tirol,  trentinas.

La primera documentación oficial sobre promoción de esta inmigración hacia la Argentina consiste en el contrato suscripto en Buenos Aires por el Comisario General de Inmigración, Dillon, con el cónsul argentino en Génova, don Eduardo Calvari y aprobado por el Presidente Avellaneda el 27 de marzo de 1878, según el cual, en su Art. 1° se autorizaba el reclutamiento "en Italia, en Suiza, en Saboya y en el Tirol Austríaco, de trescientas familias agricultores con destino a las colonias de la República".

El señor Calvari regresó a su sede en Génova y movilizó a los agentes de inmigración destacados en diversas ciudades del norte de la península itálica.

En una nota que envió al gobierno de Buenos Aires el 24 de junio de ese año, le informa sobre "una nueva corriente de inmigración austriaca y con especialidad del Tirolo italiano y austríaco, cuyos agricultores son reconocidos como los mejores".

Como cumplimiento del mencionado contrato, el l0 de octubre de 1878, desde Génova, el señor Calvari avisó al Ministro Dr. Laspiur que enviaba 43 familias del "Tirolo italiano". De entre ellas figuran tres apellidos que nos son familiares, aunque no vinieron hacia acá. Son Quirino Magnago, 39 años, de Lévico, con mujer y siete hijos; Agostino Agostini, 53 años, de Telve, con su esposa y seis hijos, y Virgilio Giuliani, de 29 años, de Danibel. Todas las familias fueron enviadas á Sampacho (Córdoba).

En los primeros meses de1879, se produjo el arribo de familias trentinas que, junto con las del Friuli, formaron el núcleo originario de la Colonia Nacional "Presidente Avellaneda".

Desde el 18 de enero de 1879 hasta abril del mismo año, en cuatro tandas junto con los friulanos, llegaron 24 familias trentinas -por su origen y su lengua llamados "tiroleses"-, oriundas de pueblos ubicados la mayoría en la Valsugana: Ala, Castelnovo, Crusanno, Flavon, Grigno, Lévico, Mori, Pérgine, Sopramonte y Telve. En total, 140 personas. Estos datos fueron obtenidos en el "Status animarum, 1917”, del archivo parroquial de Avellaneda y si bien son algo incompletos, dan una idea veraz sobre estos inmigrantes.

Según nos informa el señor Briani en su obra, el movimiento inmigratorio en el Trentino, tuvo su comienzo interesante en 1888, por obra de un sacerdote de campaña, Don Lorenzo Guetti, inquieto propulsor de obras de beneficio económico-social para sus paisanos. En ese año dio a conocer una estadística sobre la emigración trentina hacia América, con la cual  analizaba el fenómeno que conmovía a la población campesina de su región.

Se refería a la extrema necesidad que afectaba a sus feligreses obligándolos a abandonar su patria trentina.. Y agregaba: “Si bien, en apariencia brotaba de sus labios el armonioso canto de la partida ‘vostu venire in Mérica’,  también desentonaba con los latidos de sus corazones, los cuales sangraban al separarse de la patria, de los parientes, de los amigos. ¡Ah, vemos esos ojos enrojecidos por el llanto! Nuestro pobre corazón todavía se siente herido por esas escenas desgarradoras". Patética descripción de un espectáculo muy frecuente en aquellos países de la vieja Europa, con sus poblaciones campesinas harto agobiadas en sus penurias, que con desesperación se lanzaron a buscar mejores condiciones de vida, sin ni saber con certeza cuál será su destino.

Mencionaba el P. Guetti que existían los comisionados de emigración a quienes califica de "agentes de carne humana" porque, a decir verdad, no pocos de ellos privaba el afán de lucro antes que el espíritu humanitario. Y el mismo sacerdote sugería la creación de un "Comitato Trentino d’Emigrazione”, con su sede en Trento, con el fin de dirigir y proteger a los inmigrantes en su partida, en su llegada y su permanencia, formando así una red segura para defenderlos de cualquier ingrata sorpresa y conseguir de ese do, más eficazmente, el propósito de la emigración".

Por la inspiración de este protector de los emigrantes de su tierra, surgió la “Asociazione Trentini  nel Mondo", en la ciudad de Trento, que sigue cumpliendo sus nobles  finalidades en favor de sus coterráneos diseminados por el  mundo.

Luego de estas consideraciones y volviendo a la Argentina, podemos afirmar que la emigración trentina se hizo más evidente desde la última década del siglo pasado. De ese flujo inmigratorio surgió la Colonia Tirolesa, en las cercanías de la ciudad de Córdoba, contigua a Colonia Caroya. Junto a ella, hoy se pueden conocer agrupaciones de trentinos en Buenos Aires, la más numerosa con casi veinte mil personas, la mayoría inmigrantes llegatos entre las dos guerras mundiales y después del último conflicto. Siguen en importancia los centros de Córdoba, Rosario, La Plata y Villa Regina, En Río Negro, donde existe también un respetable número de friulanos.

Es interesante una observación que hizo el agrimensor Juan Dillon (h), de la mensura y distribución de tierras en Resistencia, cuando, 1879, expresa:"...una de las dificultades que se tocan en materia de colonización es la de encontrar hombres apropiados al clima y principalmente a la cultura de la tierra que se va a colonizar. Por ejemplo, en esa parte del Chaco (se refiere a Resistencia), no conviene mandar colonos acostumbrados a trabajar en las montanas; tono es nuevo para ellos, el clima, el sistema etcétera".

"Muchos de los colonos que fueron a Resistencia, -sigue diciendo-, eran gente no apropiada para esas tierras, pero que la Comisaría General debía colocar y no tenía más local que ése. Ha sido necesario enseñarles el modo de preparar la tierra, manejar los bueyes, etc.".

Carlos P. López Piacentini, en su obra, nos informa que el poblamiento de la región SO del Chaco, junto a los criollos, tuvieron gran preponderancia inmigrantes originarios de la provincia de Trento, desde donde, en los años 1923 al 26, vinieron familias de Lévico y Barco.

De  acuerdo a un informe del señor Franco Paolazzi, a su regreso de un viaje realizado en 1977 por Latinoamérica, la colectividad trentina en la Argentina , se compone de alrededor de sesenta mil personas .

Las familias trentinas (o "tirolesas") que llegaron en las primeras tandas a Avellaneda, fueron las siguientes: Bartolomé y Juan Ma. Agostini, Juan Bacca, José Berlanda, Francisco Bevilacqua, Luis Cappeletti, José Catarozzi, Felicita Faccioli, Santiago Facchini, Valentín Franzoi, Antonio y Francisco Giuliani, Bartolomé Gobbi, Lorenzo Líbera, Cándido Lorenzini, Liberale Lorenzini, Antonio Magnago, Quirino Martinelli, Pedro Menapace, Domingo y Pedro Moschén, Lorenzo Petroli, Ludovico Ponticelli, Desiderio Sténico.

Réstanos afirmar que los trentinos incorporados a la población de Avellaneda desde los primeros momentos, han contribuido con su trabajo y sus esfuerzos al floreciente desarrollo de la colonia, en conjunto con la colectividad friulana, siendo evidente su aporte actual al desenvolvimiento de la industria y el comercio de la zona por obra de sus descendientes.

 

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