MARIA DEL PILAR LENCINA

 

 

 

 

 

Lo que sigue fue extraído de "Un siglo de Literatura Santafesina" de Eugenio Castelli


Una poeta importante de esta generación, oriunda de Villa del Rosario, Córdoba (1938) y radicada en la localidad de Reconquista desde niña, María del Pilar Lencina dirige una importante publicación literaria, de gran difusión, sobre todo en el norte de la provincia: "El hermano luminoso", publicando textos de escritores santafesinos y del resto del país.

 

Ha publicado hasta el momento 3 libros: Un tiempo en eltiempo (1972), La geografía que me contiene (1982) y Voces del Angel (1985). En realidad, ya comienza a escribiren la segunda mitad de la década del 60, con algunos poemas en "El Litoral" de Santa Fe, pero sólo accede al libro en 1972.

Hay en su poesía una búsqueda esencial de lo cotidiano, que se trasluce en su lenguaje directo y coloquial. Coincidentemente con este enfoque de cotidianidad, coincide la misma escritora. En el cierre de su primer libro, Un tiempo en el tiempo, decía María del Pilar Lencina:

"Porque la poesía es la forma más elemental de asumirla realidad que nos circunda. Porque es la esencia con la que se nutren las cosas. Porque vivirla, supone ser uno y todos en la inmensidad del mundo. Porque es magia invisible que nace en los laberintos imaginados. Porque es descubrir el mensaje, un poco más lejos de las cosas aparentes. Porque es Dios que se reparte entre los hombres. "

 

Un poema sumamente significativo es el titulado "La posibilidad", de 1986:

"De pronto, la imagen se esfuma sigilosamente,
entonces partimos sin rumbo preciso
en cualquier dirección posible.
La posibilidad, como fuente premonitoria de una memoria
gastada y olvidada en el tiempo,
llama en silencio y golpea en su intención
de antemano concebida.
Somos actores y espectadores de toda posibilidad.
Por ello, nuestros pies esquivan caminos,
despegan ilusiones en aviones de juguete
mientras el universo gira mecánicamente sobre un mismo eje. "


Hay en ella una voluntad esencial de comunicación con el otro, de buscar caminos y encuentros a través de la palabra. En uno de sus poemas más conocidos, "Ceremonias", exalta la espontaneidad en las ceremonias de encuentro entre el hombre y sus semejantes, en lo cotidiano, no en lo rutinario:


"Dos pocillos de café siempre del mismo color y a la misma hora
un ritual necesario y prófugo como el viento huracanado.
Todos los días se avecinan con las ceremonias impuestas
y las otras, que forzamos por ser gentiles
para que el tiempo pase lo mejor posible
con nosotros y sin nosotros.
Hoy, cuentan para mí las otras ceremonias, las que no están
programadas, en ninguna parte. Lasque emergen
de los gestos desaliñados a veces, como un grito en la noche.

Esas ceremonias son emergentes como señales
nos miden el tiempo y la rosa olvidada y algún nombre

que no queremos nombra, porque sí, porque las ceremonias

no deben alcanzarlo en el sitio que sólo nosotros lo tenemos reservado."

 

LITERATURA