LA TERCERA EDAD

 

 

 

LA TERCERA EDAD

 


1.- PROCESO DEL ENVEJECIMIENTO

 

Hay ciertos cambios fisiológicos que se producen en el organismo a medida que envejece, pero esto no quiere decir que la ancianidad sea sinónimo de enfermedad contínua. A ello hay que añadir los cambios en el entorno social, como la jubilación forzosa y la disgregación familiar. Pero, no está de más que se tomen ciertas precauciones como, por ejemplo, someterse a un examen físico completo en la época cercana a la jubilación. La geriatría, especialidad médica dedicada a la asistencia sanitaria de las personas de edad avanzada, se ocupa, no sólo del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los ancianos, sino también de los problemas psicosociales de éstos, intentado mejorar su calidad de vida.

 

Pero es evidente que existen grandes diferencias entre las personas en lo que concierne a la esperanza de vida; las razones radican en una combinación de factores, tales como los genes heredados de los padres y la salud de la madre durante el embarazo. Así el consumo de cigarrillos y el exceso de alcohol pueden minar la salud, y lo mismo sucede con las condiciones de vida pobres.

 

 

2.- EN BUSCA DE UNA VEJEZ SANA

 

La frase "las personas son tan viejas como se sienten" es más cierta hoy día que nunca, puesto que gracias a los avances médicos y las mejores condiciones de vida, la vejez sana y feliz se está convirtiendo en una realidad. ¿Cuál es el secreto de una vejez sana? Consiste en la combinación de una mente activa y un cuerpo sano. Los ancianos pueden hacer mucho para alcanzar esta edad en condiciones satisfactorias. Existen algunos consejos para conseguir un envejecimiento satisfactorio.

 

Cuidar la buena forma física. Un ejercicio moderado mantiene el cuerpo ágil y aumenta el bienestar: nadar y pasear mantienen el tono muscular y mejorarán la circulación.

 

Mantener la mente abierta y una actitud positiva frente a la vida.

 

No abandonar las relaciones ni quedarse aislado. Hay que conservar las amistades antiguas y hacer nuevos amigos. La compañía le mantendrá ocupado y evitará el sentimiento de soledad y depresión.

 

Interesarse por los acontecimientos de la actualidad y la cultura.

 

Seguir cultivando actividades intelectuales como lectura, la música, etcétera.

 

Llevar a cabo actividades recreativas.

 

Participar en actividades de la comunidad. Intente hacer algo por los demás, desde unirse a una junta de vecinos hasta cuidar niños. Esto le mantendrá como parte productiva en la sociedad.

 

Mostrar interés por los demás. No aburrirles repitiendo las mismas historias o monopolizando la conversación.

 

Seguir una alimentación equilibrada en los siguientes aspectos: tomar fibra vegetal, beber al menos dos litros de agua al día, incluir todo tipo de verduras y frutas en la dieta.

 

 

3.- LA TEMIDA JUBILACIÓN

 

En el pasado, los ancianos ocupaban un puesto respetado y autoritario dentro de la sociedad. Hoy en día, este papel ha disminuido gradualmente, y se considera que los jóvenes son capaces de aprender métodos más nuevos y científicos de trabajo, y que poseen mayor capacidad creativa. Uno de los efectos de tales opiniones consistió en el aumento de la jubilación precoz, lo que puede hacer que los ancianos se sientan inútiles e indeseados, pero muchos han encontrado otras actividades.

 

La jubilación siempre ha sido un momento muy difícil para el hombre y, también, para la mujer. Mucha gente llega a este momento sin haber realizado planes para ocupar el tiempo libre. Asimismo, muchas personas temen el deterioro de las facultades que se produce inevitablemente con la edad. Entre ellas, la falta de memoria es la que más preocupa. Más frecuentemente se produce una dificultad para aprender nuevas cosas fácilmente y una pérdida de la capacidad para mantener pensamientos abstractos.

 

La sensación de soledad de las personas ancianas es compleja y tiene orígenes muy diversos. Los mayores parecen ser más proclives a ella cuando no pueden superar la pérdida del cónyugue o cuando el retiro obligatorio de sus actividades les enfrenta con una jornada sin tareas exigidas. Hay que cuidar que el anciano no sienta aislamiento y soledad. La ocupación del tiempo libre adquiere enorme importancia en el caso de los jubilados. En muchos países existen organizaciones en que éstos se relacionan y organizan actividades colectivas.

 

 

4.- ENVEJECIMIENTO CELULAR

 

Los problemas sanitarios comunes que pueden aumentar con la edad no se deben de hecho al envejecimiento en sí mismo. En el campo de las neurociencias se trabaja intensamente para conocer las bases del envejecimiento cerebral. El mito de la inmortalidad celular ha perdido su sentido para dar lugar al concepto de la aptosis, o muerte celular programada, y la aceptación, casi generalizada, de que toda célula diploide está sometida a un programa genético que determinará su muerte. En el caso de la especie humana, el programa genético que potencialmente regula la longevidad de los individuos parece fijar la capacidad biológica de supervivencia máxima del hombre en ciento veinte años.

 

En los últimos diez años se ha intentado explicar el envejecimiento según varias estrategias científicas: celulares, orgánicas, poblacionales, integrativas y metaanalíticas. De todas ellas, la que tiene actualmente mayor predicamento es la teoría de la "biosenescencia", que incluye una aproximación multifactorial al envejecimiento a partir de una programación genética. En la investigación sobre el envejecimiento destaca el proyecto del Genoma Humano que muy probablemente ayude, en pocos años, a clarificar las bases genéticas del mismo.

 

 

5.- HACER FRENTE A LA SOLEDAD

 

Aunque ningún grupo de edad es inmune a los sentimientos de soledad, lo cierto es que las personas de edad avanzada, son más proclives a experimentarla, pues en esta etapa confluyen infinidad de factores. La incidencia es mucho mayor entre los ancianos. Los hijos han abandonado el hogar, el duelo, la jubilación. Además, con frecuencia no conservan una buena capacidad de movimiento, y en el caso de los jubilados, cuentan con demasiado tiempo libre. Para hacer frente a la soledad, los servicios sociales pueden poner en contacto los ancianos solitarios unos con otros, o sugerir lugares donde puedan reunirse. El concentrarse en los demás constituye un medio por el que algunas personas resuelven su propia soledad. También el mantenerse ocupado de una u otra forma es esencial para separar la mente del problema, y también proporciona temas de conversación en situaciones sociales.

 

 

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